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miércoles, 23 de enero de 2013



Imposición de la casulla a san Ildefonso, 1655.
 Obra de Bartolomé Esteban Murillo
Oleo sobre lienzo 309x259 cm

San Ildefonso nació en Toledo, en el 607, durante el reinado de Witerico. Sobrino de san Eugenio III, obispo de Toledo. Estudió en Sevilla bajo San Isidoro. Entró a la vida monástica, contra la voluntad de sus padres, y fue elegido abad de Agalia, en el río Tajo, cerca de la ciudad de Toledo.  En el 657 fue elegido arzobispo de esa ciudad. Unificó la liturgia en España; escribió muchas obras importantes, particularmente sobre la Virgen María.

Una noche de diciembre, él, junto con sus clérigos y algunos otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron excepto Alfonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos se encontraba la María, La Inmaculada Concepción, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. María hízole seña con la cabeza para que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería." Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla solamente en los días festivos designados en su honor.

Esta aparición y la casulla, fueron pruebas tan claras, que el concilio de Toledo ordenó un día de fiesta especial para perpetuar su memoria. El evento aparece documentado en el Acta Sanctorum como El Descendimiento de la Santísima Virgen y de su Aparición. Su fiesta la celebra la Iglesia hoy 23 de Enero.


1 comentario:

  1. El día de San Ildefonso, guarda para mí un recuerdo entrañable: En Madrid y en la Pza. de san Ildefonso, está la parroquia del mismo nombre, donde me bauticé y siguió siendo mi paroquia hasta que me casé.
    Me trae a la memoria los años verdaderamente entrañables vividos junro a mis padres, dos personas maravillosas.
    Muchas gracias P. José Calos
    Que el Señor le bendiga

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