Tríptico de la Flagelación. 1495. Maestro de los Luna
Óleo sobre tabla. 106 x 120 cm
Museo del Prado. Madrid
Avanzamos hoy en la contemplación del misterio de la Pasión del Señor. Tras su arresto e interrogatorio, fue sometido a la cruel tortura de la flagelación. Golpe a golpe, hubo de sufrir uno de los más cruentos castigos ideados por el hombre, si es que humano puede llamarse quien comete tal atrocidad. Y Jesús lo había asumido, en obediencia al deseo de Dios de redimir a los hombres de tales maldades y atrocidades.
Para contemplar esta escena tan dolorosa, hemos escogido el llamado Tríptico de la Flagelación del Señor, del llamado Maestro de don Álvaro de Luna. En la tabla central, aparece Cristo atado a una columna, con el flagelo romano tirado a sus pies. Al fondo se puede ver la escena de la Crucifixión frente a la ciudad de Jersualén. Las tablas laterales se dividen en dos registros, ocupando los superiores el asunto de san Benito y san Bernardo enseñando a través de los Evangelios a dos grupos de laicos y cistercienses, respectivamente, mientras que en los inferiores aparecen dos personajes sedentes con un libro sobre las rodillas y un pañuelo para enjugarse las lágrimas, que bien podrían representar a san Pedro y a san Juan. La cronología de esta obra se sitúa en la última década del siglo XV, sin que, de momento, se pueda precisar las circunstancias del encargo ni las que la llevaron hasta las manos de doña Leonor de Mascareñas -dama portuguesa de la emperatriz Isabel, aya de Felipe II y de su hijo el príncipe don Carlos- que la donaría al convento franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles.
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