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sábado, 15 de noviembre de 2014

Memling. El Juicio Final

El Juicio final. 1466-1473. Hans Memling
Óleo sobre tabla. Medidas: 242 cm x 180 cm.
Museo Nacional de Gdánsk. Polonia

Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?»

A medida que avanzamos hacia el final del año litúrgico, la liturgia nos invita a considerar nuestro destino final, que la escatología cristiana ha denominado Juicio Final. Por eso, traemos hoy a nuestra contemplación una magnífica tabla de Memmling, cuya historia es, ciertamente, accidentada. La obra fue contratada para el altar de una iglesia en Florencia. Cuando el autor la concluyó, contrató su transporte desde Brujas hasta Florencia en un barco que, finalmente, fue asaltado por los piratas cerca de Londres. El pirata se llevó esta magnífica obra a su ciudad de Dantzing, de donde fue robada por las tropas napoleónicas a comienzos del siglo XIX, siendo llevada y expuesta en el Museo del Louvre. A su vez, las tropas alemanas que invadieron Francia durante la Segunda Guerra Mundial la robaron siendo, a su vez, sustraída por el Ejército Rojo, quienes la llevaron al Ermitage de San Petersburgo. Finalmente, terminó siendo devuelta a su museo original de Gdansk.

La obra es típica de Memling en lo abigarrado de las escenas y detalles. La tabla central describe el Juicio Final, con la resurrección de los muertos en la parte inferior. La tabla de la derecha describe la Gloria, y la de la izquierda el Infierno.

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