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domingo, 15 de febrero de 2015

Cosimo Rosselli. Curación del leproso

Curación del leproso, 1481-82. Cosimo Rosselli
Fresco, 349 x 570 cm. 
Capilla Sixtina, Vaticano

Ya hemos contemplado en otra ocasión el célebre fresco de Roselli, en la Capilla Sixtina, del Sermón de la Montaña. Hoy, nos vamos a detener en una detalle de esta gran obra, que representa el fragmento del Evangelio que leemos hoy en la Eucaristía: la curación del leproso. 

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme.» Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio.»  La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.

Jesús aparece en medio de la escena, rodeado de un gentío que contempla su gesto. Ante él, el leproso implora, de rodillas, la curación. La escena transmite gran serenidad, y predomina el aspecto humano, especialmente en el gesto del leproso, representativo de los nuevos tiempos del Renacimiento, lejos ya del hieratismo medieval.

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