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jueves, 26 de marzo de 2015

Cima de Conegliano. Cristo bendiciendo

Cristo bendiciendo. 1505. Cima da Conegliano
Óleo sobre tabla. Medidas: 151 cm x 77 cm.
Colección Estatal de Arte. Dresde

Los judíos le dijeron: «No tienes todavía cincuenta años, ¿y has visto a Abrahán?»  Jesús les dijo: «Os aseguro que antes que naciera Abrahán, existo yo.»  Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del templo.

A medida que avanzamos en esta Semana de Pasión, se agudiza el conflicto de Jesús con los judíos, tal como lo relata el Evangelista san Juan. Jesús se manifiesta como la presencia de Dios, como Hijo del Padre Eterno que ha sido enviado al mundo para que, todo el que crea en él, se salve y tenga vida eterna.

La tabla que contemplamos nos muestra a Jesús, que porta en la mano un libro, y con la otra mano hace el gesto de bendecir. Su autor, Cima de Conegliano, intenta captar la majestad y divinidad de Cristo, precisamente, en una figura de intensa humanidad. Las figuras de este autor, inicalmente algo rudas, fueron gradualmente perdiendo severidad y ganaron en gracia, aunque conservando un cierto envaramiento. Cima fue uno de los primeros pintores italianos en darle importancia al paisaje, así como al tratamiento de luces y sombras que contribuían a crear la atmósfera de la obra.

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