El fariseo y el publicano. 1612. Johann Jakob Zeiller
Pintura al fresco
Iglesia Abacial de Ottobeuren
La liturgia de este domingo nos presenta la parábola del publicano y del fariseo. El uno se jacta de su cumplimiento de la ley, mientras que el otro se duele ante Dios de sus pecados. En uno triunfa la soberbia, en el otro la humildad.
Esta escena fue plasmada en uno de los frescos que adornan la Basílica de Ottobeuren. Ambos aparecen ante las tablas de la ley. Un demonio aparece detrás del soberbio, cuya jactancia le hace ingrato a los ojos de Dios. La obra fue pintada por Johann Jakob Zeiller (1708-1783), pintor alemán que se formó en Italia.
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