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martes, 19 de marzo de 2019

Ribera. San José

San José y el Niño Jesús, 1632. José de Ribera.
Óleo sobre lienzo, 126 x 100 cm
Museo del Prado, Madrid. España

El culto a San José fue especialmente favorecido por el Concilio de Trento, extendiéndose su devoción, especialmente en España, y protagonizando numerosas representaciones pictóricas. San Bernardino de Siena en su sermón segundo sobre san José nos lo define como protector y custodio de Cristo,  fiel esposo de María y broche del antiguo testamento.

La técnica empleada en este cuadro, con destacados claroscuros que sólo iluminan los detalles más importantes de la composición, denota la influencia del pintor italiano Caravaggio. Esta obra  fue salvada del incendio del Alcázar de Madrid de 1734, y aparece en los inventarios de 1747, 1772 y 1794 del Nuevo Palacio Real construido en su lugar.

lunes, 18 de marzo de 2019

Gil de Siloé. Cristo crucificado.

Cristo Crucificado - 1496 - Gil de Siloé
Madera tallada y policromada
Retablo mayor de la Cartuja de Miraflores

Sed compasivos, como vuestro Padre es compasivo, nos dice hoy Jesús en el Evangelio. Contemplamos estas palabras en la representación genial de Gil de Siloé en el Retablo mayor de la Cartuja de Miraflores. La Cruz del Señor es sostenida a la izquierda por el Padre eterno, y a la izquierda por el Espíritu Santo. La Santa Trinidad, nuestro Dios, se ha compadecido del género humano, y en la Pasión y Muerte del Señor nos ha dado el acceso a la vida.

domingo, 17 de marzo de 2019

Tiziano. La Transfiguración


 La Transfiguración. 1566. Obra de Tiziano Vecellio . 
Óleo sobre lienzo 245x297 cm
Iglesia de San Salvador, Venecia Italia

En el altar mayor de la iglesia de San Salvador, se encuentra la Transfiguración de Cristo, Esta obra fue encargada a Tiziano en 1534, durante la construcción, por parte de Guglielmo dei Grigi, del nuevo altar mayor de esta iglesia veneciana. Posteriormente en el 59, se le encargará también la tela de la Anunciación para e Con este lienzo se debía cubrir, los días festivos, el precioso frente de altar en plata dorada, pero no fue entregado hasta 1563. El Evangelio según Lucas, que este segundo domingo de cuaresma se lee en la liturgia, nos narra el evento de la Transfiguración.

El efecto teatral de la tela responde al lugar que ocupa, punto de convergencia de las miradas de los fieles en el centro del altar de la Iglesia. La composición es muy innovadora al situar a Cristo en el centro de la escena, resplandeciente de luz y rodeado por Moisés y Elías, a izquierda y derecha respectivamente. En la zona inferior podemos observar a los tres apóstoles en forzados movimientos, pudiendo ser contemplados desde lejos.La pintura excluye los colores fríos y juega con una impetuosa paleta de tonalidades cálidas, desde el rojo al bronce, teniendo su momento culminante en la luz dorada que rodea a Cristo. Tiziano emplea una pincelada fluida y agitada. La iluminación es la habitual en la década de 1560, jugando con los contrastes de luz y sombra para acentuar el dramatismo del momento, reforzando así la teatralidad de la obra, anticipándose así al Barroco. 

sábado, 16 de marzo de 2019

Juan de Flandes. La lamentación sobre Cristo muerto

La lamentación sobre Cristo muerto. 1500. Juan de Flandes
Óleo sobre tabla. Medidas: 23 cm x 30 cm.
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

Esta composición, que no sabemos si fue diseñada como una obra autónoma o formó parte de un conjunto más complejo, está inspirada en una pintura perdida de Van der Goes, conocida a través de copias como la que se conserva en Granada, en el Instituto Gómez Moreno. Juan de Flandes tomó de Van der Goes el grupo principal con Cristo y la Virgen, introdujo cambios en san Juan y María Magdalena, presentes también en la pintura de Van der Goes, pero sobre todo modificó el paisaje que sirve de marco a la escena. Este dramático episodio, en el que la Virgen expresa su dolor con el significativo gesto de llevarse la mano al pecho, se ha colocado a los pies del Gólgota, y Juan de Flandes ha optado por incluir en él un fragmento del Calvario con el Buen Ladrón, que todavía permanece en los maderos. Esta variante, respecto a la pintura de Van der Goes, se complementa con un macizo rocoso, a la izquierda, que sirve para equilibrar el conjunto y que deja, en el centro, un espacio para una vista que, con sus lomas y árboles, nos introduce en los últimos planos de la pintura. Las figuras de la Magdalena, que permanece arrodillada a la izquierda, y de san Juan, en el centro, se insertan con dificultad en el espacio, hecho que es más evidente en el caso del apóstol, por su postura y proporción.

viernes, 15 de marzo de 2019

Juan de Valmaseda. Calvario

Calvario. 1524. Juan  de Valmaseda
Madera tallada y policromada
Catedral de León

Este primer viernes de Cuaresma contemplamos el misterio de la Pasión y Muerte de nuestro Señor. Ello nos lleva a venerar, en la catedral de León, al Santo Cristo, cuya escultura se encuentra en la Capilla del mismo nombre.

Hacia 1524, quiso don Andrés Pérez de Capillas, arcediano de Tricastella, quiso enriquecer la antigua estancia de los sacristanes con un calvario que encargó a Juan de Valmaseda. Dos años más tarde, el mismo artista completó el retablo con los cuatro evangelistas y sus correspondientes símbolos. Por una parte, se encuentra dentro de las líneas y espiritualidad goticista; por otra, ya aporta, dentro de su austeridad, manifestaciones renacentistas.

miércoles, 13 de marzo de 2019

Jonás arrojado al mar

Jonas arrojado al mar. Siglo IV. Anónimo
Catacumba de los santos Marcelino y Pedro (Roma)

La Eucaristía del Miércoles primer de Cuaresma trae a colación dos figuras de la antigüedad, cuya fe en medio de difíciles circunstancias se contrapone a la incredulidad de quienes están escuchando en Jesús el cumplimiento de las promesas: la reina de Saba, y el profeta Jonás. La pasada cuaresma, abordamos el tema de la Visita de la Reina de Saba a Salomón.

Este año, en cambio, nos centraremos en la figura de Jonás, el profeta que fue enviado a Nínive para anunciar que la ciudad sería destruida por sus pecados. Jonás no está dispuesto a cumplir la voluntad de Dios y huye hacia Tarsis. Sin embargo, cuando está navegando, Dios desata una gran tormenta. Los navegantes preguntan a Jonás por qué sucede aquello y, al descubrir su falta, lo tiran al mar, que inmediatamente se calma. Un gran pez se tragó a Jonás, que estuvo en su vientre tres días y tres noches. Por fin, es devuelto a la tierra, predica en Nínive, y consigue la conversión de sus malvados habitantes. Jesús utiliza el símil de Jonás para decir que a sus contemporáneos no se les dará otro signo para creer en el Hijo del Hombre que el de Jonás, que estuvo tres días en el seno del pez. Así, Jesús mismo, estará tres días en el seno de la tierra, resucitando por fin.

A causa de su relación con la resurrección, establecida por el mismo Jesús, y también su obvia relación el con bautismo, por el hecho de sumergirse en el agua, fue utilizado frecuentemente este tema en el primer arte cristiano, el que llamamos paleo-cristiano. Un ejemplo es el fresco que hoy traemos a consideración, pintado en la Catacumba de los santos Marcelino y Pedro, en Roma, que fue pintado poco después del final de las persecuciones. Los marineros viajan en una galera, movida a remos; y tiran al profeta al mar. A la derecha de la representación, un monstruo marino está dispuesto para devorarlo.

Es llamativo no sólo el hecho de la antigüedad de este representación, sino también su ubicación en una catacumba, es decir, un lugar donde los cristianos eran enterrados a la espera de la resurrección. Esta obra nos invita, por muchos motivos, a fortalecernos en la fe, en medio de los combates que tengamos que afrontar.

martes, 12 de marzo de 2019

Zurbarán. El Padre eterno


El Padre eterno, 1631-40. Zurbarán
Óleo sobre lienzo, 240 x 277 cm.

Con esta imagen y el evangelio de hoy no habría nada que añadir: 

"Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis. Vosotros rezad así: Padre nuestro del cielo, santificado sea tu nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del Maligno."
Mateo 6, 7-15

La figura humana de Dios es rara de encontrar por aislado, sobre todo en el arte español. Los precedentes más famosos con que Zurbarán podía contar eran las imágenes del Padre Eterno de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, pero sólo podría conocerlos por estampas, ya que no viajó a Italia, que se sepa. Parece que Zurbarán recurrió a la imagen tradicional del Antiguo Testamento que habla de un Dios terrible y justiciero, sin eliminar, por supuesto, la de anciano y respetado Padre. Zurbarán, pinta a un anciano de gesto adusto y ceño fruncido, de porte poderoso que exhala fuerza. Para acentuar este poder Zurbarán pinta unas manos y pies bastante destacadas, y acentúa la expresividad de su gesto, sin olvidar el pequeño escorzo que tiene de perspectiva y que hace que al ver el cuadro desde abajo de sensación de mas altura y distancia. Dios se corona por el triángulo que alude a la perfección trinitaria. La creación se encuentra a su lado simbolizada por el orbe terrestre. Una corte de ángeles dorados rodea completamente la figura, pintada por completo en tonos pardos y dorados, de origen celestial.

jueves, 7 de marzo de 2019

Maestro de Oña. la oración del Huerto

La Oración del Huerto. Hacia 1510. Fray Alonso de Zamora
Pintura sobre tela de sarga
Museo de Burgos

Al inicio de la Cuaresma, recordamos este primer jueves la Última Cena del Señor y su posterior agonía, orando en el Huerto de los Olivos. La Última Cena fue uno de los momentos más intensos de la vida de Jesús, durante el cual nos explicó el sentido no sólo de su muerte, sino de su entera existencia; y nos dejó el memorial de su Pasión y Resurrección en el Sacramento de la Eucaristía. Pero a dicha celebración pascual tan intensa, siguió el momento de la soledad, del combate entre la confianza en la bondad del Padre y la certeza del fracaso y del dolor según los criterios humanos.

Para ilustrar esta noche de aquel primer Jueves Santo, hemos escogido una rara obra que se conserva en el Museo de Burgos: un a pintura sobre sarga realizada a comienzos del siglo XVI por el Maestro de Oña, el monje fray Alonso de Zamora. Jesús aparece arrodillado, con las manos juntas expresando su oración, y el ángel del Señor que lo conforta.

miércoles, 6 de marzo de 2019

El Greco. San Pedro arrepentido

San Pedro arrepentido, 1580. El Greco
Óleo sobre lienzo, Medidas: 109 x 90 cm
Museo Bowes. Durham (Inglaterra)

¡SANTA CUARESMA 2019!

Comenzamos el Tiempo de Cuaresma con el Miércoles de Ceniza. Este tiempo nos brinda la posibilidad de prepararnos para la celebración de los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, mediante el arrepentimiento y la penitencia.

Tenemos un ejemplo en san Pedro, al que contemplamos en este lienzo de El Greco, quien después de negar a Jesús, salió y lloró amargamente.

lunes, 4 de marzo de 2019

Fernando Yáñez de la Almedina. Busto de Cristo

Busto de Cristo. 1506. Fernando Yáñez de la Almedina
Óleo sobre tabla. Medidas: 41 cm x 30 cm
The Metropolitan Museum of Art. Nueva York.

¡Qué grande es la misericordia del Señor
y su perdón para los que retornan a él!

domingo, 3 de marzo de 2019

Bellini. Cristo bendiciendo

Cristo bendiciendo. 1500. Giovanni Bellini
Temple y oro sobre tabla. Medidas: 59 cm x 47 cm.
Museo de Arte Kimbell, Fort Worth. Estados Unidos

Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?». El aguijón de la muerte es el pecado, y la fuerza del pecado, la ley. ¡Gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios