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lunes, 4 de febrero de 2013

De Laudibus Sanctae Crucis


 Poema en Alabanza a la Santa Cruz, cerca 810. Rabano Mauro
Iluminacion del De Laudibus Sanctae Crucis

El códice De Laudibus Sanctae Crucis es una obra muy célebre y alabada en su tiempo. Fue redactada en torno al año 810 por el benedictino Rabano Mauro, abad del monasterio de Fulda y obispo de Maguncia. La obra está formada por veintiocho poemas gráficos que versan sobre la alabanza a la Santa Cruz, acompañados por su explicación en la página opuesta. El símbolo de la cruz se presenta como el hilo conductor de esta obra y salvo excepciones constituye el elemento fundamental de las ilustraciones.

Rabano Mauro tenía una conciencia extraordinaria de la necesidad de involucrar, en la experiencia de fe, no sólo la mente y el corazón, sino también los sentidos a través de esos otros aspectos del gusto estético y de la sensibilidad humana que llevan al hombre a disfrutar de la verdad con todo su ser, "espíritu, alma y cuerpo". Esto es importante: la fe no es sólo pensamiento, toca a todo el ser. Dado que Dios se hizo hombre en carne y hueso y entró en el mundo sensible, nosotros tenemos que tratar de encontrar a Dios con todas las dimensiones de nuestro ser. De este modo, la realidad de Dios, a través de la fe, penetra en nuestro ser y lo transforma. Por este motivo, Rabano Mauro concentró su atención sobre todo en la Liturgia, como síntesis de todas las dimensiones de nuestra percepción de la realidad. Esta intuición de Rabano Mauro le hace extraordinariamente actual. Dejó también los famosos "Carmina", propuestos para ser utilizados sobre todo en las celebraciones litúrgicas. De hecho, el interés de Rabano por la liturgia se daba totalmente por sobreentendido dado que ante todo era un monje. Él sin embargo, no se dedicaba al arte de la poesía como fin en sí mismos, sino que utilizaba el arte y cualquier otro tipo de conocimiento para profundizar en la Palabra de Dios. Por ello, trató con el máximo empeño y rigor de introducir a sus contemporáneos, pero sobre todo a los ministros (obispos, presbíteros y diáconos), en la comprensión del significado profundamente teológico y espiritual de todos los elementos de la celebración litúrgica.
Benedicto XVI, audiencia del miércoles 3 de junio de 2009 

En España existe una copia de este manuscrito, de los más antiguo pertenecientes a la Universidad Complutense y que  formó parte del lote fundacional con que el cardenal Cisneros dotó a la primitiva Universidad.

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