Una mártir en tiempos de Diocleciano, 1870. José María Rodríguez de Losada
Óleo sobre lienzo, 50 × 38 cm
Museo Romantico, Madrid. España
Leyendo el evangelio de hoy, Lucas 21, 12-19, me viene a la memoria este cuadro, anónimo por el tema y el personaje pero lleno de significado en todos los tiempos.
El texto dice así:
Os echarán mano, os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a la cárcel, y os harán comparecer ante reyes y gobernadores, por causa mía. Así tendréis ocasión de dar testimonio.
Haced propósito de no preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y amigos os traicionarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán por causa mía.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.
El lienzo representa a una mártir cristiana en tiempos del emperador Diocleciano, que persiguió a los cristianos. El cuerpo de la mártir está cubierto con una túnica blanca, tendido sobre un potro de tortura, con los pies y las muñecas atadas mediante cordeles. A los pies de la víctima, se encuentra el tajo con el hacha ensangrentada. Esta obra se inspira en los maestros españoles del siglo XVII, de tendencia tenebrista.
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