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miércoles, 13 de agosto de 2014

San Hipólito mártir

San Hipólito. XVII. Andrés Monasterio y Francisco Antonio del Moral
Escultura de bulto en madera policromada
Iglesia de San Hipólito. Támara

Celebramos hoy la memoria de san Hipólito, pero la tradición iconográfica de este santo no se refiere tanto al célebre escritor oriental, que padeció el martirio, cuanto a un soldado que habría sufrido el martirio en relación con el de san Lorenzo. Efectivamente, hoy se piensa en la existencia de dos, o incluso tres, Hipólitos. Al menos el Hipólito obispo oriental, autor de obras doctrinales y el presbítero romano cismático, distinto del mártir venerado en la vía Tiburtina.

Es incierta la cuestión sobre la hagiografía del mártir romano Hipólito, objeto de culto de gran difusión también fuera de Roma y de Italia. Ésta fue favorecida por la precoz asociación de su nombre con el de san Lorenzo, más célebre y venerado. Según la Passio Polychronii, Hipólito sería vicario del prefecto Valeriano y carcelero de san Lorenzo, convertido y bautizado por éste último y, finalmente, condenado a un martirio de particular crueldad. Este soldado es el que aparece representado en el altar mayor de la Iglesia de Támara de Campos.

El retablo mayor de este monumental templo, comenzado a construir en el siglo XIV, fue realizado a finales del siglo XVII. Trabajaron ell ensamblador Juan de la Peña, los tallistas Andrés Monasterio y Francisco Antonio de Munar (o del Monal) y el dorador Lorenzo Medina. Este retablo que hoy contemplamos sustituyó al primitivo del siglo XV, alguno de cuyos elementos fueron reutilizados.

En la parte superior del retablo aparece san Fernando, y debajo de él, en la hornacina central, la escultura de san Hipólito, representado como soldado a caballo, ricamente vestido, tocado con un sombrero adornado con plumas, y sujetando en la mano derecha una paloma.

Una magnífica descripción del templo puede encontrarse en el Blog Viajar con el Arte, escrito por Sira Gadea.

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