La pesca milagrosa. 1545. Jacopo Bassano
Óleo sobre lienzo
National Gallery of Art. Washington.
El lienzo del manierista veneciano nos permite contemplar la escena del Evangelio que hoy leemos en la Eucaristía. Jesús, que ocupa la cabecera de una pequeña barca, ha mandado a los apóstoles echar las redes, a pesar de que se han pasado la noche sin pescar nada. Pero Pedro confía en la palabra del Señor, echa las redes, y consiguen una sorprendente captura.
Los tres apóstoles se afanan en la barca de la derecha, pero después, pasa Pedro a la otra barca, se arrodilla delante del Señor, y le pide que se aparte de él, pues es un pecador. Otro apóstol accede también a esa barca, con un manto verde que vuela atrevido al viento.
La escena es característica del clasicismo de Bassano. Está enmarcada sobre un fondo azulado, que pinta el mar, con algunas montañas al fondo. Es llamativa en Jesús su túnica, que trasluce perfectamente una estudiada anatomía, mientras que el manto cubre sus piernas. Desde aquel momento, esos asombrados pescadores de peces se convertirán, por obra del Señor, en pescadores de hombres.
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