Descendimiento de la Cruz. Siglo XI. Primer Maestro de Silos
Piedra tallada
Monasterio de Santo Domingo de Silos
La Santa Cruz es instrumento no ya de ignominia y tortura, sino para la visión creyente constituye el lugar donde se manifiesta la gloria de Dios salvando a los hombres. La teología de san Juan remarca este concepto, y así lo captó el la escultura del Primer Maestro de Silos en el excepcional relieve que hoy contemplamos.
Cristo aparece muerto, pero su rostro muestra una plácida sonrisa, que infunde confianza o tranquilidad, Está siendo desenclavado de la Cruz por Nicodemo y José de Aritmatea, uno de los cuales le sujeta por la cintura, mientras que el otro suelta el clavo izquierdo. San Juan, con un libro en la mano, lo contempla desde la izquierda, mientras que María recoge reverente la inerte mano de Jesús, que cuelga una vez desenclavada.
Por encima dos ángeles que portan la luna y sol hacen referencia a la oscuridad que se produjo en el momento de la muerte, y tres ángeles incensan desde arriba, aludiendo a la divinidad del que está muerto. La Cruz está levantada sobre un terreno rocoso, que se muestra a través de bultos tallados. En medio, aunque en parte perdida, se encuentra el sepulcro de Adán, sobre el cual se ha levantado la Cruz, y el propio Adán resucitando, tal como dice el evangelista Mateo que sucedió al morir Jesús, cuando las tumbas de muchos santos se abrieron y resucitaron.
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