La Presentación en el Templo, 1455. Rogier van der Weyden
Óleo sobre tabla, Medidas: 139 x 70 cm
Pinacoteca Antigua. Munich.
Contemplamos y veneramos hoy el Misterio de la Presentación del Señor en una de las obras maestras de la Pinacoteca de Munich. Se trata de la tabla lateral del llamado Altar de Santa Columba, de Rogier van der Weyden. El Tríptico del altar de Santa Columba es un retablo pintado al óleo sobre tabla hacia 1455 por Rogier van der Weyden para el altar de la iglesia de Santa Columba de Colonia .
En la tabla central aparece la Adoración de los Reyes Magos. Las figuras están enmarcadas por un fondo arquitectónico, muestra de la influencia del reciente viaje de Van der Weyden a Italia, donde conoció la pintura del Renacimiento meridional, especialmente en la obra de Gentile da Fabriano. Los paneles laterales muestran la Anunciación (izquierda) y la Presentación de Jesús en el Templo (derecha).
El cromatismo, como es habitual en la pintura de Van der Weyden, es vivo y contrastado; se representan con miniuciosidad los objetos, como corresponde a la escuela flamenca de pintura.
En la parte central de la escena, María entrega al niño Jesús a Simeón, que lo toma en brazos en medio de una arquitectura espectacular que representa al Templo de Jerusalén. Junto a él está la anciana Ana, y san José observa la escena representado como atención y serenidad. Está escrito el texto del comienzo del cántico de Siméon: Nunc dimittis servum tumm Domine secundum verbum tuum in pace, es decir, Ahora Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Hay dos signos propios de la festividad litúrgica claramente reconocibles. Por una parte, san José lleva en la mano un cirio, como está prescrito en la celebración cristiana de la Presentación; por otra parte, una sirvienta con un llamativo vestido verde, lleva una cesta con las dos tórtolas de la ofrenda prescrita en la Ley.
Hay dos signos propios de la festividad litúrgica claramente reconocibles. Por una parte, san José lleva en la mano un cirio, como está prescrito en la celebración cristiana de la Presentación; por otra parte, una sirvienta con un llamativo vestido verde, lleva una cesta con las dos tórtolas de la ofrenda prescrita en la Ley.
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