Entierro de Cristo. 15012. Juan de Flandes
Óleo sobre tabla.
Retablo Mayor de la Catedral de Palencia
Hace una semana asistíamos a la muerte y entierro de nuestro Señor Jesucristo. La alegría de la Pascua no borra nuestro agradecimiento al Señor quien, como dice san Pablo en su himno de la Carta a los Filipenses, se hizo por nosotros obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Todos estos días hemos venido contemplando la obra de Juan de Flandes, especialmente las tablas que pintó para el retablo mayor de la catedral palentina. Hoy seguimos con el Entierro del Señor. Nicodemos y José de Aritmatea proceden a depositar el cadáver de Jesús en una tumba, mientras María, enlutada, es consolada por Juan, y la Magdalena está a los pies del sepulcro con un frasco para los ungüentos. Las otras tres Marías también están a los pies del sepulcro, y en el centro hay un personaje que ha sido identificado como el propio Juan de Flandes. Un perro, símbolo de la fidelidad, huele en primer plano unas piedras preciosas de colores, símbolo de la grandeza del momento. Por detrás, un ángel contempla la escena; y todavía otro personaje, con un manto rojo, dirige su mirada hacia nosotros en primer plano. Al fondo, desde un óculo abierto en la pared, un búho nos invita a la vigilancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario