José vende el trigo a sus hermanos. 1744. Balthasar Beschey
Óleo sobre lienzo. Medidas: 267 cm x 195 cm.
Museo Real de Bellas Artes de Amberes
En aquellos días, llegó el hambre a todo Egipto, y el pueblo reclamaba pan al Faraón; el Faraón decía a los egipcios: «Dirigíos a José y haced lo que él os diga.» Cuando el hambre cubrió toda la tierra, José abrió los graneros y repartió raciones a los egipcios, mientras arreciaba el hambre en Egipto. Y de todos los países venían a Egipto a comprarle a José, porque el hambre arreciaba en toda la tierra. Los hijos de Jacob fueron entre otros a comprar grano, pues había hambre en Canaán. José mandaba en el país y distribuía las raciones a todo el mundo. Vinieron, pues, los hermanos de José y se postraron ante él, rostro en tierra.
Seguimos meditando en la primera lectura de la misa el ciclo de los Patriarcas de Israel. José, hijo de Jacob, fue vendido por sus hermanos a unos mercaderes, que lo llevaron a Egipto. A través de la sabiduría que el Señor le concedió, fue colocado por el Faraón al frente de su gobierno. En este contexto, se desata el hambre sobre Israel, y Jacob tiene que enviar a sus hijos a comprar trigo. Finalmente, se encuentran los hermanos con José, al que habían vendido.
Es la imagen que vemos, pintada por el pintor flamenco Beschey. José está sentado como rey, y los hermanos ofrecen sus presentes para comprar el trigo. La escena está cubierta por un cortinaje ampuloso.
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