La Virgen con el niño. 1500. Jan Provost
Óleo sobre tabla. Medidas: 18 cm x 15 cm.
Museo del Prado. Madrid. España
En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo gritando, le dijo: «¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!»
Pero Jesús le respondió: «Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica».
La liturgia de este sábado nos propone este texto del Evangelio según san Lucas. María, la que amamantó a Jesús, fue la primera en escuchar su Palabra, guardándola en el corazón, y convirtiéndose en modelo para los discípulos de su Hijo. En este mes dedicado al Santo Rosario, veneramos su fidelidad y alabamos las obras grandes que Dios ha hecho por medio de su humildad.
Contemplamos esta bella representación de María amamantando al niño Jesús. Ante un tapiz de brocado, situado en medio de un arco, María, de pie, en el eje de la composición, amamanta a su hijo. A ambos lados del tapiz, por encima del muro bajo que cierra el jardín en el que está la Virgen -hortus conclusus- se puede ver el paisaje con una ciudad al fondo, a la derecha.
Considerada tradicionalmente obra de un discípulo de Jan van Eyck, hoy se atribuye a Provost que, como otros pintores brujenses se inspira en modelos anteriores: La Virgen del ábside de Robert Campin y la Virgen de la fuente de Jan van Eyck del Museo Koninklijk de Amberes.
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