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jueves, 31 de enero de 2019

Masaccio. Cristo en la Cruz

Cristo en la Cruz. 1426. Masaccio
Óleo sobre tabla. Medidas: 83 cm x 63 cm
Museo de Capodimonte. Nápoles

Teniendo entrada libre al santuario,
en virtud de la sangre de Jesús,
contando con el camino nuevo y vivo
que él ha inaugurado para nosotros a través de la cortina,
o sea, de su carne,
y teniendo un gran sacerdote al frente de la casa de Dios,
acerquémonos con corazón sincero y llenos de fe,
con el corazón purificado de mala conciencia
y con el cuerpo lavado en agua pura.

Hebreos 10, 19-21

miércoles, 30 de enero de 2019

Fra Filippo Lippi. Altar de la Trinidad de Pistoia

Altar de la Trinidad de Pistoia. 1455. Taller de Fra Filippo Lippi
Óleo sobre tabla
Nathional Gallery. Londres

Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados.

Cristo ejerció un sacerdocio único, al ofrecerse en la Cruz a sí mismo como ofrenda por la salvación de todo el género humano. El Padre eterno recibe dese ofrenda, y el Espíritu Santo mueve al Hijo a ofrecerse.

lunes, 28 de enero de 2019

Zurbarán. Santo Tomás de Aquino


Apoteosis de Santo Tomás de Aquino, 1631. Zurbarán
Óleo sobre lienzo 475x375 cm

Éste cuadro se realizo para el Colegio de Santo Tomás de Sevilla. El tema es una exaltación de la propia labor del Colegio. Santo Tomás de Aquino, una de las figuras más relevantes de la teología cristiana,  fue nombrado Doctor de la Iglesia en 1567 y su fiesta se celebra el 28 de enero. Por su importancia aparece rodeado de los cuatro Padres de la Iglesia junto a otros tantos personajes. A su derecha se encuentran conversando San Ambrosio, con mitra episcopal y San Gregorio, con tiara papal; a su izquierda, San Jerónimo, de rojo cardenalicio, y San Agustín con lo mitra episcopal. Los cinco intelectuales se encuentran en el plano superior del cuadro, que simboliza el mundo divino, donde se aparecen representados, san Pablo, santo Domingo de Guzmán y la santísima Trinidad En el plano inferior se encuentra representada la tierra: los personajes principales de la Orden y el emperador Carlos V. Su presencia se explica porque fue él quien facilitó los terrenos y la dote necesaria para la construcción y puesta en marcha del Colegio. A lo largo de su vida, el emperador ofreció su protector patronazgo.

sábado, 26 de enero de 2019

Martirio de san Timoteo

Martirio de Timoteo. XI. Rembrandt
Óleo sobre lienzo, Medidas: 30 x 23 cm
Museo de artes Walters. Waltimore

Recordamos y veneramos hoy la memoria de los santos Timoteo y Tito; ambos fueron discípulos de Pablo, y recibieron sendas epístolas, que conservamos en el canon del Nuevo Testamento. Según Eusebio de Cesarea, Timoteo acabaría sus días como primer obispo de la comunidad de Efeso, siendo lapidado por no rendir culto al dios Dionisio. A mediados del siglo IV, sus reliquias se habrían trasportado a la capital, Constantinopla. Posteriormente, en 1239, serían trasladadas a la catedral de Termoli, en Italia, durante la época del reino latino de Constantinopla.

viernes, 25 de enero de 2019

Parmigiano. La Conversión de san Pablo

La Conversión de san Pablo. 1552. Parmigiano
Óleo sobre lienzo. Medidas: 177 cm x 128 cm
Museo de Historia del Arte. Viena

Cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Yo pregunté: "¿Quién eres, Señor?" Me respondió: "Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues.

En la fiesta de la Conversión de san Pablo, contemplamos la representación que de ella pintó el Parmigiano. Girolamo Francesco Maria Mazzola (Parma, 11 de enero de 1503 - Casalmaggiore, cerca de Cremona, 24 de agosto de 1540), llamado il Parmigianino por su lugar de nacimiento, además de por su reducida estatura y aspecto grácil. Fue un pintor italiano, considerado uno de los máximos exponentes del manierismo.

jueves, 24 de enero de 2019

Bellini. Cristo bendiciendo

Cristo bendiciendo. 1465-1470. Giovanni Bellini
Oleo sobre tabla. Medidas: 58 cm. x 46 cm.
Museo del Louvre. Paris.

Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante él y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero él les prohibía severamente que lo diesen a conocer. 

En la liturgia de hoy leemos cómo los espíritus inmundos confiesan que Jesús es el Hijo de Dios. Pero la divinidad de Jesús fue realmente proclamada en su Muerte y Resurrección. Así lo contemplamos en esta imagen del Señor pintada por Bellini, en la que se muestra al Señor resucitado mostrando las llagas de la Cruz.

miércoles, 23 de enero de 2019

El Greco. Visión de san Ildefonso.

Visión de san Ildefonso. 1600-1604. El Greco
Óleo sobre lienzo. Medidas: 185 cm x 102 cm
Iglesia del Hospital de la Caridad. Illescas (Toledo)

Conmemora la liturgia de este día la santidad de san Ildefonso de Toledo. Para reconstruir su biografía, además de los datos contenidos en sus obras, disponemos principalmente del Beati Ildephonsi Elogium de San Julián de Toledo, contemporáneo suyo y segundo sucesor en la sede toledana; la Vita vel gesta S. Ildephonsi Sedis Toletanae Episcopi, atribuida a Cixila, obispo de Toledo (774-783), donde se mencionan por primera vez los milagros de su vida; y la Vita Ildephonsi Archiepiscopi Toletani de fray Rodrigo Manuel Cerratense, (siglo XVIII).

Nacido en el 607, durante el reinado de Witerico en Toledo, de estirpe goda, era miembro de una de las distintas familias regias visigodas. Según una tradición fue sobrino del obispo de Toledo san Eugenio III, quien comenzó su educación. Por el estilo de sus escritos y por los juicios emitidos en su De viris illustribus sobre los personajes que menciona, se deduce que recibió una brillante formación literaria. Según su propio testimonio fue ordenado de diácono (ca. 632-633) por Eladio, obispo de Toledo.

En un pasaje interpolado del Elogium, se dice que siendo aún muy niño, ingresó en el Monasterio de Agali o agaliense, en los arrabales de Toledo, contra la voluntad de sus padres. Más adelanté se afirma que «se deleitaba con la vida de los monjes», frase que debe interpretarse en el sentido de que desde niño se inclinó al estado religioso. Ildefonso estuvo muy vinculado a este monasterio, como él mismo recuerda al hablar de Eladio. Estando ya en el monasterio, funda un convento de religiosas dotándolo con los bienes que hereda, y en fecha desconocida (650?), es elegido abad. Firma entre los abades en los Concilios VIII y IX de Toledo, no encontrándose su firma, en cambio, en el X (656). Muerto el obispo Eugenio III es elegido obispo de Toledo el a. 657, y según el Elogium obligado a ocupar su sede por el rey Recesvinto. Muere el 667, siendo sepultado en la iglesia de Santa Leocadia de Toledo, y posteriormente trasladado a Zamora.

Dentro del Santuario de Ntra. Sra. de la Caridad de Illescas se conserva una de las grandes obras maestras de el Greco, el lienzo de San Ildefonso. Es probable que este cuadro no estuviera dentro del contrato de 1603, sino que fuera anterior, ya que no se hace mención de él en los documentos. Lo que sí parece bastante claro es que este lienzo se diseñó para estar en el lugar que hoy ocupa. La escena que aquí se representa le sirve a El Greco para enfatizar la figura del Santo, patrón de la ciudad de Toledo. Además, intenta relacionar el tema del cuadro con el sitio donde lo va a colocar, ya que según cuenta la tradición, fue San Ildefonso el que trae a la villa de Illescas la imagen de la Virgen de la Caridad, que él poseía en su oratorio catedral mientras fue arzobispo de Toledo.

El Greco muestra al santo de una manera bastante novedosa. Si hasta este momento la escena que más se representaba de la vida de San Ildefonso era la de la Imposición de la Casulla a manos de la Virgen, aquí El Greco innova presentándonos al santo dentro de una escena más íntima e intelectual: sentado en su oratorio de la Catedral de Toledo, en actitud de escribir, quizás los tratados en defensa de la virginidad de María que le hicieron tan famoso, y buscando la inspiración en una imagen de la Virgen que él tenía en su oratorio y que probablemente era la Virgen de la Caridad de Illescas. Por tanto, El Greco pone como inspiradora de los tratados de San Ildefonso a la imagen de la Virgen de la Caridad, apoyando el discurso contrarreformista sobre la virginidad de María.

En este cuadro el pintor lleva hasta su tiempo la escena colocando al personaje en un escenario típico del siglo XVI. Destaca la captación del terciopelo rojo de la mesa y la luz intimista que se observa en el cuadro con la utilización de colores muy matizados para acompañar la atmósfera.

martes, 22 de enero de 2019

El martirio de san Vicente

Martirio de san Vicente. 1450-1500. Anónimo
Técnica mixta sobre tabla. Medidas: 250 cm x 84 cm
Museo del Prado. Madrid

Celebramos hoy la memoria del que fuera, tal vez, el más importante y celebrado de los mártires de la Hispania cristiana primitiva. Nació en Zaragoza; su padre fue Eutricio (Euthicius) y su madre, Enola, natural de Huesca. Bajo la dirección de Valerio, obispo de Zaragoza, Vicente hizo grandes progresos en sus estudios. Fue ordenado diácono y comisionado para predicar en la diócesis, el obispo tenía dificultades para hablar. 

Por orden del gobernador Daciano, él y su obispo fueron encadenados y llevados a Valencia y estuvieron en prisión durante mucho tiempo. Entonces Valerio fue desterrado; pero Vicente fue sometido a crueles tormentos, el potro, la parrilla y la flagelación. Fue encarcelado de nuevo, en una mazmorra. Después fue colocado en una suave y lujosa cama, para quebrar su constancia, pero allí expiró.

Su cuerpo fue echado a un basurero para ser devorado por los buitres, pero fue defendido por un cuervo. Daciano lanzó su cuerpo al mar atado a una rueda de piedra de molino, pero volvió a la orilla y fue enterrado por una piadosa viuda. Después que la paz fuera restaurada para la Iglesia, se construyó una capilla sobre sus restos fuera de las murallas de Valencia.

lunes, 21 de enero de 2019

Vicente Macip. El martirio de santa Inés

Martirio de santa Inés. 1540-1545. Vicente Macip
Óleo sobre tabla.
Museo del Prado. Madrid.

Masip ha representado el segundo martirio de la santa romana (siglo IV), cuando tras haber sido condenada a la hoguera, milagrosamente, las llamas no tocaron su cuerpo y fue finalmente condenada a morir decapitada. A los pies de la mártir podemos ver los leños aún prendidos y humeantes. El cordero que sostiene entre sus brazos simboliza su condición de virgen en el momento de su muerte, que será premiada con la corona y la palma de mártir que dos ángeles bajan del Cielo.

La menos escala de las figuras le permite disponer un amplio escenario renacentista que evoca las obras de Rafael en los cartones de los Hechos de los Apóstoles y de las Estancias Vaticanas. A esto se suma también un mayor dinamismo en las figuras y diversidad en los gestos. Pareja de La Visitación, los dos tondos se hacen para la capilla de Santo Tomás de Villanueva del Convento de San Julián de Valencia y se destinan a coronar las calles laterales del retablo, que debió mandar hacer el Venerable Juan Bautista Agnesio (1480-1553), devoto de Santa Inés, enterrado en ella.

domingo, 20 de enero de 2019

Gerard David. Las bodas de Caná

Las bodas de Cana, 1511. Gérard David

"Por aquel tiempo se celebraba una boda en Caná de Galilea, cerca de Nazaret, y estaba allí la madre de Jesús. Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos. Y, como faltara el vino, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino». Jesús le responde: «Mujer, ¿qué nos va a mí y a ti? Todavía no ha llegado mi hora». Dice su madre a los sirvientes: «Haced lo que él os diga». Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una. Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua». Y las llenaron hasta arriba. «Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala». Ellos se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde venía (los sirvientes, que habían sacado el agua, sí lo sabían), llama al novio y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya todos están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora». Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus signos. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos. Después bajó a Cafarnaúm con su madre, sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días. Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén."

El estilo de David en esta pintura está mucho más próximo a la tradición flamenca que en otras obras, más cercanas a los planteamientos del Renacimiento italiano. David nos muestra el banquete de las bodas de Caná como una escena cotidiana de la realidad de los Países Bajos. Los invitados visten según la moda de los países bajos en esos momento,  las vajillas y manjares servidos, así como la arquitectura de la ciudad que se observa a través de la galería, son los mismos que David disfrutaba en Brujas, cuando pintó este cuadro. Los donantes del cuadro aparecen también como invitados al banquete, arrodillados en los extremos de la composición pero perfectamente integrados en el espacio y en el ambiente. El colorido y la minuciosidad del detalle son extraordinarios, de lo mejor de la producción de David.

sábado, 19 de enero de 2019

Marinus van Reymerswaele. La vocación de san Mateo

La vocación de San Mateo, 1530. Marinus van Reymerswaele
Óleo sobre tabla. 70,6 x 88 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid

La liturgia nos propone en el Evangelio de la Eucaristía la narración de la conversión de Leví, el apóstol san Mateo. Contemplamos la escena en la versión del pintor holandés Marinus van Reymerswaele. Pintor neerlandés identificado con Marino di Sirissea o Marinus de Seeu, que toma el nombre de su ciudad natal Reymerswaele. Fue seguidor de Quentin Metsys y se especializó en escenas de género. En su producción aúna las influencias de Metsys y la de Alberto Durero en su realismo y atención a los detalles, con la de Leonardo da Vinci en ciertos aspectos caricaturescos de sus obras.

En esta tabla el artista escenifica La vocación de san Mateo, que junto con las escenas de comerciantes y cambistas se cuentan entre las representaciones favoritas del artista. Los protagonistas de esta escena, Jesús y san Mateo, se sitúan en primer plano destacando sus manos, pintadas de manera exquisita y muy cuidadosa, como es habitual en las pinturas de Reymerswaele. El espacio donde se nos muestran estas figuras está repleto de documentos apilados sobre el mostrador, que hacen referencia al oficio del santo antes de su conversión y que nos remiten a las escenas de género y más concretamente al bodegón.

viernes, 18 de enero de 2019

San Apolinar el Nuevo. Curación del paralítico de Cafarnaum.

Curación del paralítico de Cafarnaum. Siglo VI. Anónimo
Mosaico
San Apolinar el Nuevo. Ravena

Leemos hoy en la Eucaristía el milagro de la curación del paralítico en Cafarnaum. Jesús estaba en casa y acude tanta gente, que apenas caben. Quieren presentarle un paralítico, para que lo cure. Como no pueden introducirlo a causa del gentío,hacen un agujero en el techo y lo descuelgan por allí. A partir de aquí, el diálogo sobrepasa la mera curación de una enfermedad.

Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados.» Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: «Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?» Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: «¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados ... » Entonces le dijo al paralítico: «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.» Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto una cosa igual.»

Jesús aparece como el Hijo de Dios, con poder para perdonar los pecados, no como un simple taumaturgo, al estilo de los antiguos profetas. Así lo concibe el mosaico que hoy contemplamos. Ornamenta una pared de la basílica de san Apolinar el Nuevo de Ravena. Cristo porta un nimbo crucífero, que denota su persona y su poder. Se ve la casa, desde cuyo tejado dos hombres descuelgan al paralítico. Es clara la influencia bizantina, y magnífica la majestad que muestra un Cristo joven e imberbe.

jueves, 17 de enero de 2019

Zurbarán. San Antonio Abad

San Antonio Abad. 1640. Francisco de Zurbarán
Óleo sobre lienzo. Medidas: 177 cm x 117 cm
Gal­le­ria de­gli Uf­fizi. Florencia

Celebra hoy la Iglesia de Antonio, el primero de los monjes, cuya gloriosa vida fue escrita por san Atanasio de Alejandría, y habría de dar origen al movimiento monástico cristiano, desde su Egipto natal. Contemplamos, con tal motivo, un magnífico retrato de Zurbarán, que nos lo presenta anciano, apoyado sobre un báculo, y vistiendo un hábito religioso.

La narración de la conversión de san Antonio constituye una de las páginas más antológicas de la espiritualidad cristiana. Merece la pena volverla a leer en este día, tal como la escribió san Atanasio:

Cuando murieron sus padres, Antonio tenía unos dieciocho o veinte años, y quedó él solo con su única hermana, pequeña aún, teniendo que encargarse de la casa y del cuidado de su hermana. Habían transcurrido apenas seis meses de la muerte de sus padres, cuando un día en que se dirigía, según costumbre, a la iglesia, iba pensando en su interior cómo los apóstoles lo habían dejado todo para seguir al Salvador, y cómo, según narran los Hechos de los apóstoles, muchos vendían sus posesiones y ponían el precio de la venta a los pies de los apóstoles para que lo repartieran entre los pobres; pensaba también en la magnitud de la esperanza que para éstos estaba reservada en el cielo; imbuido de estos pensamientos, entró en la iglesia, y dio la casualidad de que en aquel momento estaban leyendo aquellas palabras del Señor en el Evangelio:

«Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres —así tendrás un tesoro en el cielo— y luego vente conmigo».

Entonces Antonio, como si Dios le hubiese infundido el recuerdo de lo que habían hecho los santos y como si aquellas palabras hubiesen sido leídas especialmente para él, salió en seguida de la iglesia e hizo donación a los aldeanos de las posesiones heredadas de sus padres (tenía trescientas parcelas fértiles y muy hermosas), con el fin de evitar toda inquietud para sí y para su hermana. Vendió también todos sus bienes muebles y repartió entre los pobres la considerable cantidad resultante de esta venta, reservando sólo una pequeña parte para su hermana.

Habiendo vuelto a entrar en la iglesia, oyó aquellas palabras del Señor en el Evangelio: «No os agobiéis por el mañana». Saliendo otra vez, dio a los necesitados incluso lo poco que se había reservado, ya que no soportaba que quedase en su poder ni la más mínima cantidad. Encomendó stf` hermana a unas vírgenes que él sabía eran de confianza y cuidó de que recibiese una conveniente educación: en cuanto a él, a partir de entonces, libre ya de cuidados ajenos, emprendió enfrente de su misma casa una vida de ascetismo y de intensa mortificación.

Trabajaba con sus propias manos, ya que conocía aquella afirmación de la Escritura: El que no trabaja que no coma; lo que ganaba con su trabajo lo destinaba parte a su propio sustento, parte a los pobres. Oraba con mucha frecuencia, ya que había aprendido que es necesario retirarse para ser constantes en orar: en efecto, ponía tanta atención en la lectura, que retenía todo lo que había leído, hasta tal punto que llegó un momento en que su memoria suplía los libros. Todos los habitantes del lugar, y todos los hombres honrados, cuya compañía frecuentaba, al ver su conducta, lo llamaban amigo de Dios; y todos lo amaban como a un hijo o como a un hermano.

miércoles, 16 de enero de 2019

Fra Angelico. Calvario

Calvario. 1440-1445. Fra Angelico
Pintura al fresco. Medidas: 435 cm. x 260 cm.
Museo del Louvre. Paris.

Lo mismo que los hijos participan de la carne y de la sangre, así también participó Jesús de nuestra carne y sangre, para aniquilar mediante la muerte al señor de la muerte, es decir, al diablo, y liberar a cuantos, por miedo a la muerte, pasaban la vida entera como esclavos.

Este texto de la Carta a los Hebreos que leemos en la Primera lectura de la Eucaristía de hoy nos invita a contemplar el misterio de la Cruz de Nuestro Señor, tal como nos lo muestra fra Angelico, con Santo Domingo de Guzmán orante a sus pies.

martes, 15 de enero de 2019

Juan Andrés Ricci. San Benito bendiciendo a los santos Mauro y Plácido

San Benito bendiciendo a los santos Mauro y Plácido. XVII. Fray Juan Andrés Ricci
Óleo sobre lienzo. Medidas: 188 cm. x 166 cm.
Museo del Prado. Madrid.

Recordamos hoy, especialmente los benedictinos, a los santos Mauro y Plácido, discípulos de san Benito, tal como nos lo cuenta san Gregorio en su Libro de los Diálogos. Hoy contemplamos un lienzo que los representa, junto a sus padresm al ser acogidos por san Benito. La obra fue pintada por el monje Juan Ricci, y procedía del Monasterio de San Martín de Madrid.

lunes, 14 de enero de 2019

Cristo Crucificado. Monasterio de las Clarisas de Castrojeriz

Cristo crucificado .XIV. Anónimo
 Madera tallada y policromada.
Monasterio de las Clarisas de Castrojeriz

En muchas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a los padres por los profetas.En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha realizado los siglos. Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de la Majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.

Comienzo de la Carta a los Hebreos