viernes, 30 de agosto de 2013

Pieter Lisaert. Las vírgenes necias y las prudentes


Las vírgenes necias y las vírgenes prudentes. 1615. Pieter Lisaert
Óleo sobre tabla. Medidas: 73cm x 105cm.
Museo del Prado. Madrid. España

Pieter Lisaert fue un pintor flamenco barroco, activo en Amberes, que trabajó para el rey Felipee III de España. Se trata de un típico exponente del arte de la Contrarreforma católica. La obra que nos ocupa hoy ilustra el Evangelio que la liturgia nos propone para la presente jornada: la parábola de las vírgenes prudentes y las necias.

el autor divide la obra en dos partes. A un lado están las cinco vírgenes prudentes, que mantienen encendido su candil y lo llenan de aceite, cultivando la oración, el estudio y los trabajos domésticos. Al otro lado, las cinco vírgenes necias tienen su candil apagado mientras se entretienen con el juego, la música, y las vanidades de la belleza. Al fondo, un edificio tiene las puertas cerradas, y mientras las vírgenes prudentes tienen su candil encendido, las necias corren cuando ya no hay tiempo en busca de aceite. En una esquina, por encima de las vírgenes prudentes, aparece una visión celestial, en las que Cristo, el Esposo, las acoge. 

En la espiritualidad barroca, el tema de la vigilancia fue intensamente cultivado, procurando proponer un ideal de esfuezo espiritual, frente al goce renacentista de la generación anterior, cuya disipación fue fácil objeto de crítica para los protestantes. La obra que hoy nos ocupa constituye un buen ejemplo de esta llamada de atención, que también a nosotros nos hace el Señor, cuyo deseo es compartir con cada uno de nosotros el gozo del amor eterno.

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