sábado, 18 de julio de 2015

Justo de Gante y Pedro Berruguete. Moisés

Moisés. 1472-1476. Justo de Gante
Óleo sobre tabla. Medidas: 115 cm. x 75 cm.
Galería Nacional de las Marcas. Urbino

En aquellos días, los israelitas marcharon de Ramsés hacia Sucot: eran seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños; y les seguía una multitud inmensa, con ovejas y vacas y enorme cantidad de ganado. Cocieron la masa que habían sacado de Egipto, haciendo hogazas de pan ázimo, pues no había fermentado, porque los egipcios los echaban y no los dejaban detenerse; y tampoco se llevaron provisiones. La estancia de los israelitas en Egipto duró cuatrocientos treinta años. Cumplidos los cuatrocientos treinta años, el mismo día, salieron de Egipto las legiones del Señor. Noche en que veló el Señor para sacarlos de Egipto: noche de vela para los israelitas por todas las generaciones. 

La primera lectura de la Eucaristía, del Libro del Éxodo, nos lleva a uno de los momentos cruciales de la Historia de la Salvación en Israel: la salida del pueblo santo de Egipto. Guiados por Moisés, a quien se ha revelado el Señor, llegan a la orilla del Mar Rojo, perseguidos por el Faraón, y allí verán la gloria del Dios que los acompaña.

Vemos el retrato que Justo de Gante pintó sobre el tema de Moisés. De este pintor flamenco solo han llegado a nosotros sus obras italianas. Fue discípulo de Hubert van Eyck. Entre 1465 y 1474, Justo de Gante ejecutó la Comunión de los Apóstoles que Vasari describe, ahora en la Galleria Nazionale delle Marche en Urbino. Fue pintada para la hermandad del Corpus Christi por encargo de Federico de Montefeltro, que se representa en la pintura en compañía de Caterino Zeno, un embajador persa en la corte de Urbino. Del estudio de esta obra se ha concluido que su autor, más que influencia de Hubert Van Eyck, la tiene de maestros flamencos posteriores, posiblemente de Dieric Bouts. En composición y dibujo Justo no se puede comparar con el nivel alcanzado por los mejores pintores flamencos; aunque sus retratos son buenos, sus figuras adolecen de falta de carácter y expresión. Se le ha comparado con Geertgen tot Sint Jans, aun estando muy por debajo del nivel técnico de éste.

Vespasiano, un librero florentino que contribuyó mucho a formar el gusto anticuario de Federico de Montefeltro, anota que éste le envió a Flandes a buscar un artista capaz de pintar una serie para la biblioteca recientemente constituida en su palacio de Urbino. Se ha conjeturado si Justo de Gante sería ese pintor y si por tanto sería el autor de los retratos de "Hombres Famosos" que se exhiben actualmente en el Louvre de París y en la Galleria Nazionale delle Marche de Urbino. Algunos de estos retratos han sido atribuidos asimismo a un artista citado por las fuentes como Pietro Spagnuolo que se ha identificado alguna vez con Pedro Berruguete. Es el caso del Moisés que nos ocupa.

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