sábado, 19 de enero de 2019

Marinus van Reymerswaele. La vocación de san Mateo

La vocación de San Mateo, 1530. Marinus van Reymerswaele
Óleo sobre tabla. 70,6 x 88 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid

La liturgia nos propone en el Evangelio de la Eucaristía la narración de la conversión de Leví, el apóstol san Mateo. Contemplamos la escena en la versión del pintor holandés Marinus van Reymerswaele. Pintor neerlandés identificado con Marino di Sirissea o Marinus de Seeu, que toma el nombre de su ciudad natal Reymerswaele. Fue seguidor de Quentin Metsys y se especializó en escenas de género. En su producción aúna las influencias de Metsys y la de Alberto Durero en su realismo y atención a los detalles, con la de Leonardo da Vinci en ciertos aspectos caricaturescos de sus obras.

En esta tabla el artista escenifica La vocación de san Mateo, que junto con las escenas de comerciantes y cambistas se cuentan entre las representaciones favoritas del artista. Los protagonistas de esta escena, Jesús y san Mateo, se sitúan en primer plano destacando sus manos, pintadas de manera exquisita y muy cuidadosa, como es habitual en las pinturas de Reymerswaele. El espacio donde se nos muestran estas figuras está repleto de documentos apilados sobre el mostrador, que hacen referencia al oficio del santo antes de su conversión y que nos remiten a las escenas de género y más concretamente al bodegón.

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