lunes, 1 de diciembre de 2014

Louis de Boulogne. El centurión a los pies de Cristo

El centurión a los pies de Cristo, 1685. Louis de Boullogne
Óleo sobre lienzo
Museo  de Bellas Artes. Arras (Francia)

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.» Jesús le contestó: «Voy yo a curarlo.»
Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace.»

Comenzamos el tiempo de Adviento con esta escena del centurión, que le suplica al Señor que cure a un criado reconociéndose indigno. Esta frase la repetimos en cada Eucaristía: Señor, no soy digno de que entre en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme. Contemplamos la escena en la versión de Luis de Boulogne, un pintor barroco francés que acumula gran cantidad de detalles en la escena, como los soldamos que acompañan al centurión, o las mujeres que contemplan la escena en el lado inferior derecho, con un elaborado fondo arquitectónico.


No hay comentarios:

Publicar un comentario