domingo, 22 de febrero de 2015

Pórtico de las Platerías. Las tentaciones de Cristo

Las tentaciones de Cristo. XII. Anónimo
Piedra tallada
Fachada de las Platerías. Catedral de Compostela.

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían.

El primer domingo de Cuaresma nos lleva al desierto, para compartir con Jesús el tiempo que pasó allí antes de su ministerio público. Como Israel conoció a Dios durante su éxodo por el desierto antes de entrar en el descanso de la Tierra Prometida, como Elías fue al desierto para encontrarse con Dios, así la Iglesia se retira durante la Cuaresma con Jesús, para purificarse, recibir fuerza para vencer la tentación y prepararse a encontrarse con Dios, tras la Cruz, en la Resurrección.

Contemplamos la escena de las tentaciones tallada en el tímpano izquierdo de la Catedral Compostelana. Cristo es llevado al pináculo del templo, donde unos ángeles monstruosos le tientan, al tiempo que otro ángel, que lleva un incensario, le sirve.

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