Cristo crucificado con donante. 1640. Francisco de Zurbarán
Óleo sobre lienzo. Medidas: 244cm x 167,5cm.
Museo del Prado. Madrid
Ellos se preguntaban admirados: «¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!» Esta pregunta emerge hoy de la lectura del Evangelio que nos propone la Eucaristía. La historia de Jesús se revela a los ojos del creyente no como la historia de un hombre extraordinario con un final trágico, sino como la sorprendente irrupción de Dios en nuestra historia, que termina por cambiarla con la fuerza de su resurrección que triunfa sobre lo inexorable de la muerte y del pecado.
Hemos escogido como objeto de contemplación una obra de Zurbarán, típica de la piedad barroca del Siglo de Oro hispano: un anónimo donante orando ante la Cruz del Señor. Sobre fondo neutro, aparece la imagen de Cristo crucificado junto al donante de la obra.
Destaca la apariencia casi escultórica de Cristo, tocado con la Corona de espinas y cubierto por el Paño de pureza, en donde Zurbarán hace gala de su dominio técnico en el empleo de la gama de blancos. Los fuertes contrastes lumínicos, tanto en el rostro del donante como en el cuerpo de Cristo aportan profundidad a la composición y enlazan su técnica con el estilo tenebrista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario