sábado, 14 de marzo de 2015

Jan Joest de Calcar. Los Siete Dolores de la Virgen

Los Siete Dolores de la Virgen. 1505. Jan Joest
Óleo sobre tabla. 
Trascoro de la Catedral de Palencia

La devoción medieval puso especial énfasis en el papel de la Virgen María en la vida de Jesús, no sólo como testigo de los acontecimientos de su vida, sino como especial intercesora. Así nacieron los Siete Gozos de la Virgen, junto a los Siete Dolores. Hoy contemplamos una de las obras maestras de la catedral palentina, dedicada precisamente a este tema: los Siete Dolores de la Virgen, del Políptico del Trascoro, pintado por Jan Joest de Calcar.


En la tabla central aparece la Virgen, transida de dolor, sostenida por san Juan, cuyo manto rojo da fondo a los enlutados vestidos de María; de rodillas ante ellos está representado del donante, el obispo don Juan Rodríguez de Fonseca. Después, están dispuestos alrededor de esta tabla los Siete Dolores de la Virgen, momentos dolorosos que compartió con su Hijo y en los que estuvo presente: la Presentación en el Templo, la huida a Egipto, el niño perdido en el Templo, Jesús cargando con la Cruz a cuestas, la Crucifixión, el Descendimiento de la Cruz, y su Entierro.


Juan Rodríguez de Fonseca adquirió el Políptico en el curso de su viaje a Flandes de 1505, cuando fue enviado como embajador ante doña Juana y Felipe el Hermoso para anunciarles la muerte de Isabel la Católica.

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