martes, 2 de septiembre de 2014

Gregorio Fernández. San Antolín

San Antolín, mártir. 1607. gregorio Fernández
Madera tallada y policromada
Catedral de Palencia

Celebra hoy la Iglesia de Palencia la solemnidad de san Antolín, su santo patrón. Los datos sobre este santo son muy confusos, al punto que en ocasiones se asimila su figura a la de Antonino de Apamea, mártir de Siria. Su nombre era Antoninus de Pamiers. Nació en dicha localidad hacia el año 453. Pertenecía a la familia real, siendo quizá nieto de Teodorico. Educado en el arrianismo, se opuso a su padre al hacerse cristiano ortodoxo. Abandonó su fortuna y marchó a Roma, donde fue ordenado diácono. Predicó en algunas ciudades italianas haciendo varios milagros. De vuelta a la Galia, parece ser que formó parte de un grupo de misioneros dirigidos por san Dionisio.

San Antolín se instaló en Rouergue, predicando con mucho éxito. Convirtió al príncipe o gobernador Festus y bautizó a numerosas personas. A pesar de las súplicas de los habitantes de la región, Antolín decidió irse, no sin antes indicar que volvería pero ya sin vida.


Se dirigió entonces a Toulouse, cerca de Teodorico. Rechazó el obispado que perteneció a san Saturnino, y acusado de tener amoríos con la mujer del rey, fue arrestado y encarcelado. En la cárcel conocerá a un habitante de Toulouse llamado Almaquio. Es torturado mediante la inmersión en aceite hirviendo, y arrojado al Garona con una muela de molino atada al cuello, pero, milagrosamente, sale a flote y convierte así a mucha gente.

Vuelve más tarde a Pamiers y predica el evangelio, junto con Almaquio. Ambos viven en una ermita llamada Fuente de Oriente, donde son arrestados por los sicarios de un rey llamado Metopius junto a un tercer compañero llamado Juan, y ejecutados a orillas del río Ariège. Durante la ejecución, un soldado corta al mártir en dos; en un lado caen su cabeza y el brazo derecho, y en otro el brazo izquierdo y el resto del cuerpo. Este martirio tuvo lugar en el siglo VI, hacia el año 506. El cuerpo del mártir fue enterrado por unos amigos en el lugar del martirio y allí se elevó más tarde una abadía.

La imagen que contemplamos es la que Gregorio Fernández talló para el ya existente retablo mayor de la catedral palentina. Entrado el siglo XVII se realizan una serie de reformas en toda la calle central y el primitivo San Antolín es sustituido por una talla de Gregorio Fernández de factura y rasgos muy al gusto de la época. Es de tamaño casi natural, con el cuello ligeramente curvado y lña palma del martirio en su mano derecha. Viste la dalmática de los diáconos.

En 1607 los escultores palentinos Juan Sanz de Torrecilla, Pablo de Torres y Alonso Núñez se encargan de los trabajos del nuevo tabernáculo. Dos años más tarde los pintores palentinos Francisco de Molledo y Pedro de Roda se comprometen a dorar la imagen de San Antolín de Gregorio Fernández y la parte donde va instalado el tabernáculo con la custodia y el Sagrario.

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