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lunes, 9 de enero de 2017

Ghirlandaio. Vocación de Pedro, Andrés, Santiago y Juan

Vocación de Pedro, Andrés, Santiago y Juan..1481-1482. Ghirlandaio
 Óleo sobre tabla. Medidas: 349 cm x 570 cm.
Capilla Sixtina. Vaticano.

Volvemos al tiempo ordinario, con la lectura continuada del Evangelio según san Marcos, que comenzamos con esta escena del capítulo primero, en la que Jesús llama a Pedro y a su hermano Andrés, además de Santiago con su hermano Juan.

Sobre esta escena pintó Ghirlandaio uno de los frescos que ornamentan la Capilla Sixtina. Está en la pared norte. Contiene dos escenas: en primer lugar, Jesús llama a Pedro y Andrés, que están ante él arrodillados. Al fondos, Jesús llama desde la orilla a Santiago y a Juan, que están pescando en una barca que navega sobre el lago. Ambas escenas son contempladas por una gran audiencia que, en realidad, son ciudadanos importantes de Florencia: banqueros, comerciantes y científicos.

Como lo hizo en otras obras, Ghirlandaio aplica sus conocimientos técnicos al máximo. Los colores más claros en el fondo sugieren lejanía. Las montañas de la izquierda establecen una línea de dibujo para que el espectador se centre en la primera escena.

lunes, 19 de diciembre de 2016

Anuncio del ángel a Zacarías

Anuncio del ángel a Zacarías. 1485-1490. Domenico Ghirlandaio
 Pintura al fresco
Capilla Tornabuoni. Florencia

En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón llamada Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada. Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según el ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.

Así se inicia el relato que hoy leemos en la Eucaristía, del comienzo del Evangelio según san Lucas, que nos narra la concepción de Juan el Bautista. Contemplamos la escena en un magnífico fresco de Ghirlandaio, pintando en la Capilla Tornabuoni de Florencia.


Ghirlandaio, que era entonces el artista más famoso de la época entre los ricos mercaderes florentinos, trabajó allí entre 1485 y 1490 con ayuda de su taller. En su taller se encontraban otros artistas, incluidos sus hermanos Davide y Benedetto, su cuñado Sebastiano Mainardi y, probablemente, también un jóvencísimo Miguel Ángel, que en aquella época era alumno de Ghirlandaio, pero cuya mano no se reconoce en ninguna escena. Dado el tamaño de la empresa, gran parte fue pintada con ayudantes, pero Domenico dejó al maestro todo el ciclo de diseño y supervisión de manera que el estilo final fuese homogéneo.

La popularidad de Ghirlandaio residía en su maestría en ambientar las escenas sagradas en la vida social de la época y su capacidad inigualable para retratar a los miembros de la alta sociedad de Florencia, entre los cuales los Tornabuoni, aliados de los Medici, eran una de las familias más importantes. En conjunto, el resultado final fue desigual: las escenas más bajas, más cercanas al espectador, tienen retratos maravillosos, composición equilibrada y detalles maravillosos.

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Ghirlandaio. Zacarías escribe el nombre de san Juan

Zacarías escribe el nombre de san Juan. 1486-1490. Domenico Ghirlandaio
Fresco. Capilla Tornabuoni, Santa Maria Novella, Florencia

Martirologio Romano: Conmemoración de los santos Zacarías e Isabel, padres de san Juan Bautista, Precursor del Señor. Isabel, al recibir a su pariente María en su casa, llena de Espíritu Santo saludó a la Madre del Señor como bendita entre todas las mujeres, y Zacarías, sacerdote lleno de espíritu profético, ante el hijo nacido alabó a Dios redentor y predicó la próxima aparición de Cristo, Sol de Oriente, que procede de lo Alto.

Los santos Zacarías e Isabel fueron los padres de san Juan Bautista. Su nacimiento viene narrado en el prólogo del Evangelio según san Lucas. El sacerdote Zacarías está oficiando en el templo, ccuando recibe la visita del ángel, que le anuncia el nacimiento de un hijo, cuando tanto él como su mujer, a causa de su avanzada edad, han perdido la esperanza de tener descendencia. Zacarías no da crédito al anuncio del ángel, que lo castiga privándole del uso de la lengua. Nace san Juan, y cuando van al Templo a poner el nombre al niño, recobra el habla al anunciar que se llamará Juan.

Vemos uno de los frescos con el ciclo de la vida de san Juan, que Ghirlandaio pintó para la Capilla Tornabuoni, en el coro de Santa Maria Novella. El que contemplamos presenta en el centro a Zacarías, escribiendo en una tabla el nombre de su hijo, que se llamará Juan. Santa Isabel lo sostiene en primer plano. Destaca la rica arquitectura y la galería de retratos de los personajes que contemplan la escena.

lunes, 12 de enero de 2015

Ghirlandaio. Vocación de Pedro, Andrés, Santiago y Juan

Vocación de Pedro, Andrés, Santiago y Juan..1481-1482. Ghirlandaio
 Óleo sobre tabla. Medidas: 349 cm x 570 cm.
Capilla Sixtina. Vaticano.

Volvemos al tiempo ordinario, con la lectura continuada del Evangelio según san Marcos, que comenzamos con esta escena del capítulo primero, en la que Jesús llama a Pedro y a su hermano Andrés, además de Santiago con su hermano Juan.

Sobre esta escena pintó Ghirlandaio uno de los frescos que ornamentan la Capilla Sixtina. Está en la pared norte. Contiene dos escenas: en primer lugar, Jesús llama a Pedro y Andrés, que están ante él arrodillados. Al fondos, Jesús llama desde la orilla a Santiago y a Juan, que están pescando en una barca que navega sobre el lago. Ambas escenas son contempladas por una gran audiencia que, en realidad, son ciudadanos importantes de Florencia: banqueros, comerciantes y científicos.

Como lo hizo en otras obras, Ghirlandaio aplica sus conocimientos técnicos al máximo. Los colores más claros en el fondo sugieren lejanía. Las montañas de la izquierda establecen una línea de dibujo para que el espectador se centre en la primera escena.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Anuncio del ángel a Zacarías

Anuncio del ángel a Zacarías. 1485-1490. Domenico Ghirlandaio
 Pintura al fresco
Capilla Tornabuoni. Florencia

En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón llamada Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada. Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según el ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.

Así se inicia el relato que hoy leemos en la Eucaristía, del comienzo del Evangelio según san Lucas, que nos narra la concepción de Juan el Bautista. Contemplamos la escena en un magnífico fresco de Ghirlandaio, pintando en la Capilla Tornabuoni de Florencia.


Ghirlandaio, que era entonces el artista más famoso de la época entre los ricos mercaderes florentinos, trabajó allí entre 1485 y 1490 con ayuda de su taller. En su taller se encontraban otros artistas, incluidos sus hermanos Davide y Benedetto, su cuñado Sebastiano Mainardi y, probablemente, también un jóvencísimo Miguel Ángel, que en aquella época era alumno de Ghirlandaio, pero cuya mano no se reconoce en ninguna escena. Dado el tamaño de la empresa, gran parte fue pintada con ayudantes, pero Domenico dejó al maestro todo el ciclo de diseño y supervisión de manera que el estilo final fuese homogéneo.

La popularidad de Ghirlandaio residía en su maestría en ambientar las escenas sagradas en la vida social de la época y su capacidad inigualable para retratar a los miembros de la alta sociedad de Florencia, entre los cuales los Tornabuoni, aliados de los Medici, eran una de las familias más importantes. En conjunto, el resultado final fue desigual: las escenas más bajas, más cercanas al espectador, tienen retratos maravillosos, composición equilibrada y detalles maravillosos.