Comunión de los Apóstoles. 1441. Fra Angelico
Fresco. Medidas: 184cm x 234cm.
Convento de San Marcos. Florencia
Hoy celebran la mayor parte de las comunidades católicas de habla hispana la solemnidad del Corpus Christi, del Cuerpo y la Sangre del Señor. Veneramos, así, la institución del Sacramento de la Eucaristía durante la Última Cena de Jesús. Por eso, hemos escogido un célebre fresco del Beato Angelico, lleno de piedad y unción, en la que Jesús aparece repartiendo la comunión, como si de una Misa se tratase, a los apóstoles.
La Última cena que decora la celda 35, en el lado norte del convento de San Marcos, es una de las configuraciones más peculiares de Fra Angelico. La escena se centra en la figura de Cristo, que reparte el pan y el vino entre los apóstoles. Ocho de ellos se sitúan sentados por detrás de la mesa en esquina, recortándose perfectamente sus figuras sobre el paño de fondo, de tonalidades de marrón mucho más fuertes que el resto de la pared. Todos ellos están aureolados y claramente caracterizados y, mientras algunos conversan entre ellos, otros rinden pleitesía a su maestro.
Por delante de la mesa se sitúan los taburetes vacíos de los cuatro apóstoles que, de rodillas, ocupan un plano más cercano al espectador, a la derecha. De este grupo se destaca la figura del traidor, Judas Iscariote, con su nariz aguileña y una aureola de color oscuro que identifica su traición. En muy primer término, cerrando la composición por la izquierda, María, que no estuvo en la Última cena, contempla la escena con las manos en posición orante y de rodillas. Al fondo, el color claro de la pared, con dos ventanas y una puerta excavadas, amplificando el espacio, quedan perfectamente confeccionadas, entre la techumbre plana del edificio y las sombras que el proyecta el arco decorativo de la celda donde se sitúa el episodio.
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