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viernes, 14 de noviembre de 2014

Bassano. Entrada de los animales en el arca de Noé

Entrada de los animales en el arca de Noé. 1570. Jacopo Bassano
Óleo sobre lienzo. Medidas: 207 cm x 265 cm.
Museo del Prado. Madrid

Como sucedió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre: comían, bebían y se casaban, hasta el día que Noé entró en el arca; entonces llegó el diluvio y acabó con todos.

En el Evangelio que hoy leemos en la Eucaristía, el Señor nos advierte de la necesidad de estar preparados para la llegada del Reino de Dios, evitando el dormirnos en el pecado, para que no nos suceda como a la generación de Noé. Por eso, hemos escogido este lienzo del manierismo italiano, que describe la entrada de los animales en el arca de Noé, pintado por el veneciano Bassano.

Noé, en el centro de la composición barbado y con túnica encarnada, dirige junto a su familia la entrada de los animales en el arca. Esta pintura se considera una de las primeras aproximaciones de Jacopo Bassano a los temas del Antiguo Testamento, que serían después objeto de diferentes versiones por parte del taller. Esta obra fue legada a Felipe IV (1605-1665) por el príncipe Filiberto de Saboya.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Jacopo Bassano. La pesca milagrosa

La pesca milagrosa. 1545. Jacopo Bassano
Óleo sobre lienzo
National Gallery of Art. Washington.

El lienzo del manierista veneciano nos permite contemplar la escena del Evangelio que hoy leemos en la Eucaristía. Jesús, que ocupa la cabecera de una pequeña barca, ha mandado a los apóstoles echar las redes, a pesar de que se han pasado la noche sin pescar nada. Pero Pedro confía en la palabra del Señor, echa las redes, y consiguen una sorprendente captura.

Los tres apóstoles se afanan en la barca de la derecha, pero después, pasa Pedro a la otra barca, se arrodilla delante del Señor, y le pide que se aparte de él, pues es un pecador. Otro apóstol accede también a esa barca, con un manto verde que vuela atrevido al viento.

La escena es característica del clasicismo de Bassano. Está enmarcada sobre un fondo azulado, que pinta el mar, con algunas montañas al fondo. Es llamativa en Jesús su túnica, que trasluce perfectamente una estudiada anatomía, mientras que el manto cubre sus piernas. Desde aquel momento, esos asombrados pescadores de peces se convertirán, por obra del Señor, en pescadores de hombres.

jueves, 8 de agosto de 2013

Bassano. Los isarealitas bebiendo el agua milagrosa


Los israelitas bebiendo el agua milagrosa.1563. Jacopo Bassano
 Óleo sobre lienzo. Medidas: 146cm x 230cm.
Museo del Prado. Madrid. España

Moisés alzó la mano y golpeó la roca con el bastón dos veces, y brotó agua tan abundantemente que bebió toda la gente y las bestias.
El Señor dijo a Moisés y a Aarón:
-«Por no haberme creído, por no haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no haréis entrar a esta comunidad en la tierra que les voy a dar. »
(Ésta es fuente de Meribá, donde los israelitas disputaron con el Señor, y él les mostró su santidad.)

Este texto, procedente del capítulo 20 del Libro de los Números, es el que leemos hoy en la primera lectura de la Eucaristía. El milagro pone de manifiesto no sólo el poder de Dios, sino también la necesidad de la confianza del hombre en su poder. Israel murmuró contra Dios, desconfió de su poder y s lamentó de haber salido de Egipto. Echaba de menos las comodidades de la esclavitud en Egipto, en vez de afrontar confiados las exigencias de su liberación.

Para ilustrar este pasaje, hemos escogido una obra del italiano Bassano, que nos muestra dos escenas. Al fondo, Moisés y Elías guían al pueblo por el desierto; y en primer plano, aparece el momento en el que el pueblo bebe el agua milagrosa.

Si para algunos críticos se trata de una obra meramente decorativa, otros creen que tras las figuras humanas y animales que sacian su sed subyace una grave advertencia a la debilidad del “homo carnalis”, presto a sucumbir a los placeres mundanos, mientras la presencia de Moisés y Aaron al frente de su pueblo enlazaría con el énfasis puesto por la Contrarreforma en la jerarquía social.