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viernes, 18 de enero de 2019

San Apolinar el Nuevo. Curación del paralítico de Cafarnaum.

Curación del paralítico de Cafarnaum. Siglo VI. Anónimo
Mosaico
San Apolinar el Nuevo. Ravena

Leemos hoy en la Eucaristía el milagro de la curación del paralítico en Cafarnaum. Jesús estaba en casa y acude tanta gente, que apenas caben. Quieren presentarle un paralítico, para que lo cure. Como no pueden introducirlo a causa del gentío,hacen un agujero en el techo y lo descuelgan por allí. A partir de aquí, el diálogo sobrepasa la mera curación de una enfermedad.

Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados.» Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: «Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?» Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: «¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados ... » Entonces le dijo al paralítico: «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.» Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto una cosa igual.»

Jesús aparece como el Hijo de Dios, con poder para perdonar los pecados, no como un simple taumaturgo, al estilo de los antiguos profetas. Así lo concibe el mosaico que hoy contemplamos. Ornamenta una pared de la basílica de san Apolinar el Nuevo de Ravena. Cristo porta un nimbo crucífero, que denota su persona y su poder. Se ve la casa, desde cuyo tejado dos hombres descuelgan al paralítico. Es clara la influencia bizantina, y magnífica la majestad que muestra un Cristo joven e imberbe.

domingo, 27 de noviembre de 2016

Cristo Pantocrátor

Cristo Pantocrátor. XIII. Anónimo
Mosaico
Santa Sofía de Constantinopla

TIEMPO DE ADVIENTO. Tiempo de espera al retorno glorioso de nuestro Señor, tiempo de preparación para nuestro encuentro con el Salvador. Tiempo de esperanza y de renovación espiritual. Esto es lo que acabamos de comenzar este domingo.

Contemplamos uno de los más conocidos mosaicos bizantinos, que decoran la que fuera maravillosa basílica de la capital del Imperio Romano de Oriente, la segunda Roma. Cristo, sereno, bendice a los fieles, y les muestra el Evangelio en el que están contenidas las palabras de la vida.

FELIZ Y SANTO TIEMPO DE ADVIENTO

domingo, 29 de noviembre de 2015

Cristo Pantocrátor

Cristo Pantocrátor. XIII. Anónimo
Mosaico
Santa Sofía de Constantinopla

TIEMPO DE ADVIENTO. Tiempo de espera al retorno glorioso de nuestro Señor, tiempo de preparación para nuestro encuentro con el Salvador. Tiempo de esperanza y de renovación espiritual. Esto es lo que acabamos de comenzar este domingo.

Contemplamos uno de los más conocidos mosaicos bizantinos, que decoran la que fuera maravillosa basílica de la capital del Imperio Romano de Oriente, la segunda Roma. Cristo, sereno, bendice a los fieles, y les muestra el Evangelio en el que están contenidas las palabras de la vida.

FELIZ Y SANTO TIEMPO DE ADVIENTO

viernes, 16 de enero de 2015

San Apolinar el Nuevo. Curación del paralítico de Cafarnaum.

Curación del paralítico de Cafarnaum. Siglo VI. Anónimo
Mosaico
San Apolinar el Nuevo. Ravena

Leemos hoy en la Eucaristía el milagro de la curación del paralítico en Cafarnaum. Jesús estaba en casa y acude tanta gente, que apenas caben. Quieren presentarle un paralítico, para que lo cure. Como no pueden introducirlo a causa del gentío,hacen un agujero en el techo y lo descuelgan por allí. A partir de aquí, el diálogo sobrepasa la mera curación de una enfermedad.

Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados.» Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: «Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?» Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: «¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados ... » Entonces le dijo al paralítico: «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.» Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto una cosa igual.»

Jesús aparece como el Hijo de Dios, con poder para perdonar los pecados, no como un simple taumaturgo, al estilo de los antiguos profetas. Así lo concibe el mosaico que hoy contemplamos. Ornamenta una pared de la basílica de san Apolinar el Nuevo de Ravena. Cristo porta un nimbo crucífero, que denota su persona y su poder. Se ve la casa, desde cuyo tejado dos hombres descuelgan al paralítico. Es clara la influencia bizantina, y magnífica la majestad que muestra un Cristo joven e imberbe.

domingo, 30 de noviembre de 2014

Cristo Pantocrátor

Cristo Pantocrátor. XIII. Anónimo
Mosaico
Santa Sofía de Constantinopla

TIEMPO DE ADVIENTO. Tiempo de espera al retorno glorioso de nuestro Señor, tiempo de preparación para nuestro encuentro con el Salvador. Tiempo de esperanza y de renovación espiritual. Esto es lo que acabamos de comenzar este domingo.

Contemplamos uno de los más conocidos mosaicos bizantinos, que decoran la que fuera maravillosa basílica de la capital del Imperio Romano de Oriente, la segunda Roma. Cristo, sereno, bendice a los fieles, y les muestra el Evangelio en el que están contenidas las palabras de la vida.

FELIZ Y SANTO TIEMPO DE ADVIENTO

sábado, 13 de septiembre de 2014

Mosaico de san Juan Cristóstomo

San Juan Crisóstomo . Siglo IX.
Mosaico
Santa Sofía de Constantinopla

Celebramos la memoria de san Juan Crisóstomo, uno de los grandes santos de Oriente, cuya enseñanza todavía hoy nos asombra por su modernidad. En medio de la opulenta sociedad bizantina, supo dar testimonio cristiano desde su puesto de Patriarca de Constantinopla en favor de los pobres, tal como nos manda el Señor en el Evangelio.

La imagen que contemplamos pertenece, precisamente, a la de su catedral: la Basílica de Santa Sofía de Constantinopla. Este rico mosaico fue compuesto después de la crisis iconoclasta: en el siglo VIII, por influencia musulmana, se extendió un movimiento que era contrario a cualquier representación de la divinidad o de los santos. Infinidad de imágenes sagradas fueron destruidas en el Imperio Bizantino. La contestación, no sólo de pueblo fiel, sino también de la más sana teología cristiana, terminó triunfando sobre tal movimiento.

En la imagen, aparece san Juan Crisóstomo sobre un fondo dorado, enmarcado por un arco, vestido con la casulla sacerdotal y la palia episcopal. A ambos lados, en griego, está escrito su nombre.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Mosaico de Cristo Pantocrátor.

Cristo Pantocrátor. 1145-1160. Anónimo
Mosaico
Catedral de Cefalú. Sicilia.

Pocas veces hemos seleccionado un mosaico como objeto de nuestra atención. Pero la proximidad de la Solemnidad de la Ascensión nos invita a contemplar una imagen de Cristo glorioso, que preside el ábside de la soberbia catedral de Cefalú. Esta Catedral fue edificada por el rey Roger II de Sicilia, durante la primera mitad del siglo XII. Fue consagrada al Salvador y a los santos Pedro y Pablo, pero su conclusión y consagración no llegó hasta el año 1267.

La decoración de los mosaicos está concebida en estilo bizantino. Frente a las demás figuras de la Virgen, los ángeles y lo santos, el rostro de Cristo se muestra en una proporciones grandiosas. su mirada, de esta forma, constituye el punto de atención de todo el templo. Lleva en su mano en Libro, abierto y escrito en caracteres griegos.

miércoles, 17 de julio de 2013

Mosaico bizantino. La zarza ardiendo


Ayer comenzamos a leer en la primera lectura de la Eucaristía el ciclo del Éxodo, con la figura de Moisés como instrumento elegido por Dios para liberar a su pueblo y realizar el misterio de la Pascua. Hoy leemos el episodio de la zaza del Horeb. El joven Moisés, después de matar al egipcio que maltrataba a unos israelitas, tiene que huir. Conoce a la que va a ser su mujer, Séfora, hija del sacerdote Jetró, al que sirve cuidando de sus rebaños. Pastoreando por el Horeb, queda admirado ante un hecho prodigioso: una zarza está ardiendo, pero no se consume. He aquí el texto completo:

En aquellos días, Moisés pastoreaba el rebaño de su suegro Jetró, sacerdote de Madián; llevó el rebaño trashumando por el desierto hasta llegar a Horeb, el monte de Dios.
El ángel del Señor se le apareció en una llamarada entre las zarzas. Moisés se fijó: la zarza ardía sin consumirse.
Moisés se dijo:
-«Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver cómo es que no se quema la zarza. »
Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó desde la zarza:
-«Moisés, Moisés.»
Respondió él:
-«Aquí estoy.»
Dijo Dios:
-«No te acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno sagrado.»
Y añadió:
-«Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob.»
Moisés se tapó la cara, temeroso de ver a Dios.

El arte bizantino representó esta escena frecuentemente. Hoy sugerimos, para la contemplación, un mosaico que nos describe la escena. Es fundamental el hecho de los pies sagrados, es decir, la humildad exigida al hombre ante la santidad de Dios, aspecto fundamental en la piedad y en la iconografía oriental.

Esta imagen fue tipológicamente asimilada, tanto en oriente como en occidente, a la perpetua virginidad de María, que a pesar de engendrar al Hijo de Dios, no sufrió menoscabo.