domingo, 21 de abril de 2013

El Buen Pastor


El Buen Pastor. s. III. Anónimo
Fresco

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.  Jn 10, 11

Cristo como buen pastor, con un cordero sobre los hombros como símbolo del alma a la que salva.
Al representar a Cristo nadie recordaba ya la imagen del Mesías pues los evangelistas no mencionan la descripción física del Mesías.
Los primeros cristianos de las catacumbas tuvieron que inventar su iconografía, acudiendo al Buen Pastor, que alegorizaba a Jesús salvando al alma del fiel. Imagen ya citada por el profeta Ezequiel , Isaias o Jeremias, por ejemplo:

Como un pastor vela por su rebaño… así velaré yo por mis ovejas… la oveja perdida, la buscaré.  Ez. 34, 12

Pondré a la cabeza de ellas a un pastor único para que se preocupe de ellas, a mi servidor David. El será su pastor. Ez 34, 23

Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas. Is 40, 11

Que todas las naciones escuchen la palabra de Yahvé; proclámenla en las islas lejanas: «El que dispersó a Israel, lo reunirá y lo cuidará como un pastor a su rebaño.»  Jer 31, 10

Las narraciones de la parábola del Buen Pastor son ricas en imágenes. El evangelio de Lucas es el único en mencionar que el pastor trae la oveja sobre la espalda, ( "...cuando la encuentra se la carga muy feliz sobre los hombros, y al llegar a su casa reúne a los amigos y vecinos y les dice: “Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido” Lc 4, 5) quizás influido por la imagen griega del pastor crióforo o, Hermes Crióforo, que porta la oveja del sacrificio, una figura habitual en el mundo tardorromano. Tambien se cree que el antecedente artístico residía en el Moscóforo griego, al que cristianizaron sustituyendo el ternero por una oveja.

El evangelista Mateo ("Al contemplar aquel gran gentío, Jesús sintió compasión, porque estaban decaídos y desanimados, como ovejas sin pastor." Mt 9, 36) y Marcos utilizan esta figura varias veces en boca de Jesús ("Al desembarcar, Jesús vio toda aquella gente, y sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas sin pastor. Y se puso a enseñarles largamente." Mc 6, 34)

Así también el capítulo 10 del evangelio de Juan, que leemos hoy en este IV domingo de Pascua, eran muy usados en la liturgia del bautismo tomando el salmo 23 como parte de la catequesis bautismal. De ahí que la representación del Buen Pastor estuviera presente en casi todos los baptisterios o pilas bautismales de la antigüedad cristiana. 

Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno. 
Jn 10, 27-30

Otro elemento aprovechado es el dato que introduce Mateo indicando que el pastor tiene su rebaño en el monte ya que al bajar desde allí a buscar a la oveja perdida, este "descenso" simbolizaría la Encarnación y el anonadamiento de Jesús. También tal "descenso" del monte se ha comparado con el descenso de Cristo al infierno que se menciona en el credo "descendió a los infiernos" y a través de esta comparación con toda la pasión y muerte de Jesús. 

La figura del Pastor se sigue utilizando en las cartas neotestamentarias como por ejemplo en los Hebreos, 1 de Pedro o el Apocalipsis. 

"Que los bendiga el Dios de la paz que rescató de entre los muertos a Jesús, nuestro Señor, Pastor Supremo de las ovejas por haber derramado la sangre de la Alianza eterna" (Heb 13, 20)

"Pues eran ovejas descarriadas, pero han vuelto al pastor y guardián de sus almas."(1Pe 2, 25)

"...porque el Cordero que está junto al trono será su pastor y los guiará a los manantiales de las aguas de la vida, y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos." (Ap 7, 17)

El pastor con las ovejas y su relacion de éstas con Él, es motivo de comentarios de los Padres de la Iglesia.

Mirad si sois, en verdad, sus ovejas, si le conocéis, si habéis alcanzado la luz de su verdad. Si le conocéis, digo, no sólo por la fe, sino también por el amor; no sólo por la credulidad, sino también por las obras... Sus ovejas encuentran pastos, porque quienquiera que siga al Señor con corazón sencillo se nutrirá con un alimento de eterno verdor. ¿Cuáles son, en efecto, los pastos de estas ovejas, sino los gozos eternos de un paraíso inmarchitable? Los pastos de los elegidos son la visión del rostro de Dios, con cuya plena contemplación la mente se sacia eternamente.
San Gregorio Magno, Homilía 14 

La representaciones artísticas de volver con la oveja rescatada simboliza la ascensión. Esta presencia de los sufrimientos y de la muerte de Jesús en la simbología del pastor explica también que esta imagen haya sido tan usada en los sarcófagos y frescos de las catacumbas o cementerios cristianos: es un símbolo de la victoria sobre la muerte. Los árboles que a veces aparecen a un lado y otro del pastor son imagen del paraíso perdido y recobrado gracias a la intervención del Pastor.
Diversos elementos se añaden a la representación del pastor con simbologías diversas: el rótulo que indica su condición de maestro y el pastoral o báculo (usado hasta hoy por los obispos) que indica su autoridad.

El Señor es mi pastor, nada me falta.
En prados de hierba fresca me hace reposar,
me conduce junto a fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas.
Me guía por el camino justo,
haciendo honor a su Nombre.
Aunque pase por un valle tenebroso,
ningún mal temeré,
porque Tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad.

Me preparas un banquete
enfrente de mis enemigos,
perfumas con ungüento mi cabeza
y mi copa rebosa.
Tu amor y tu bondad me acompañan
todos los días de mi vida;
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término.

Salmo 23

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