La Torre de Babel, 1594. Lucas van Valckenburg
Óleo sobre tabla, Medidas: 41 x 56 cm
Museo del Louvre. París
Al emigrar los hombres desde oriente, encontraron una llanura en la tierra de Senaar y se establecieron allí. Se dijeron unos a otros: «Vamos a preparar ladrillos y a cocerlos al fuego». Y emplearon ladrillos en vez de piedras, y alquitrán en vez de argamasa. Después dijeron: «Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance el cielo, para hacernos un nombre, no sea que nos dispersemos por la superficie de la tierra».
Avanzamos en el libro del Génesis hasta el momento de la construcción de la torre de Babel, después del diluvio. Nuevamente la soberbia humana pretende prescindir de Dios, y erige una torre en la buscar refugio, olvidando la fuerza salvadora de Dios.
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