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jueves, 19 de enero de 2017

Felipe Vigarny. El Salvador

El Salvador. Siglo XVI. Felipe Vigarny
Madera tallada y policromada
Catedral de Palencia

Jesús puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder en su favor. Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo.

Leemos en la Eucaristía de hoy este texto de la Carta a los Hebreos en que se presenta a Cristo como el sacerdote por medio del cual tenemos acceso a Dios. Por eso, hemos escogido para nuestra contemplación orante una de mis obras favoritas de la catedral de Palencia, el Salvador de Felipe Vigarny.

Felipe Bigarny o Vigarny, según las distintas grafías, fue unos de los escultores más prolíficos del renacimiento castellano. Oriundo de Borgoña, dejó en la nave del Evangelio de la Catedral de Palencia esta obra, tallada en madera de nogal dorada y policromada.,  que en principio estaba destinada al retablo del altar mayor, pero que luego fue sustituida por la de San Antolín. El paño de este retablo se atribuye a Diego de Siloé, y fue ejecutado en torno al año 1500.

La imagen nos muestra a Cristo en majestad, sedente, rodeado del Tetramorfos. En la mano izquierda sostiene el Señor un magníficos libro, que contiene su mensaje, y con la mano derecha bendice en la forma típicamente occidental, es decir, con los tres primeros dedos extendidos simbolizando la Trinidad, a diferencia de los orientales.

domingo, 17 de mayo de 2015

Alonso Berruguete. La Ascensión del Señor

La Ascensión del Señor. 1523-1526. Alonso Berruguete
Madera tallada y policromada. Medidas: 115cm x 89cm x 19 cm.
Museo Nacional de Escultura. Valladolid

Celebran hoy gran parte de las comunidades cristianas la Solemnidad de la Ascensión, trasladada del jueves. Alabamos al Señor, que ha asumido nuestra naturaleza humana ascendiendo a los cielos. Se separa de los Apóstoles, y la Iglesia no vuelve a verlo, como lo vieron sus discípulos. Por eso, la iconografía nos lo muestra desapareciendo de nuestra vista en su movimiento ascendente.

Hemos seleccionado, por tanto, una talla de Alonso Berruguete, que pertenece al retablo mayor de la iglesia monástica de la Mejorada. Según la secuencia narrativa del retablo los relieves desarrollan escenas de la vida de Cristo y María. Cristo asciende a los cielos desde la cima del monte de los olivos. La composición se divide en dos niveles: el cielo, donde únicamente se advierte el borde inferior de la túnica y los pies del Señor, la parte superior de su cuerpo ya está oculta detrás de una nube. En la parte inferior un tumulto de Apóstoles en diversas actitudes lo siguen con la mirada, presentan actitudes sorprendidas con un tratamiento nervioso en las líneas, con cabellos un tanto despeinados y expresiones de gran carga emocional; uno de los personajes aparece inclinado en el centro de la composición, alrededor del cual se disponen el resto de personajes.

La talla muestra una marcada inestabilidad en la disposición de los personajes que parecen caer, sobre todo el personaje que se dispone hacia delante alzando su mano al cielo, parece desplomarse sobre el personaje que aparece inclinado. Por otro lado abigarramiento en la composición creando una sensación de angustia de los personajes que se arremolinan en un espacio angosto.

viernes, 6 de marzo de 2015

Juan de Valmaseda. Calvario

Calvario. 1516-1522. Juan de Valmaseda
Madera policromada
Capilla Mayor. Catedral de Palencia

El segundo viernes de Cuaresma escuchamos en la Eucaristía la parábola de los viñadores homicidas, que claramente apunta hacia la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Él es el hijo amado, a quien el Padre envía el mundo para que le devolvamos la honra que le es debida. Nosotros fuimos quienes lo echamos fuera de la viña y lo asesinamos. Así de destructivo es el poder del pecado humano, y así de inmenso es el misterioso amor de Dios.

Contemplamos hoy el Calvario que corona el monumental retablo de la Capilla Mayor de la Catedral de Palencia, obra de Juan de Valmaseda. No se sabe con exactitud la fecha de su nacimiento ni de su muerte pero se cree que nació hacia 1487 y murió hacia 1576 o antes. Por su apellido paterno se le considera de ascendencia vasca y por el materno (su madre se llamaba María de Vertabillo) se le considera castellano; se cree que nació en la provincia de Palencia, pues ese pueblo de Vertabillo pertenecía y pertenece a esta provincia. Juan de Balmaseda se casó con Catalina de Medina con la que tuvo tres hijos: Juan, fray Francisco y María.

Como escultor se le considera precursor y maestro de Alonso Berruguete. Coincidió en Burgos con Felipe Vigarny y con Diego de Siloé cuya influencia se advierte a partir de 1520; de estos dos maestros aprendió a tratar los pliegues de sus esculturas, las líneas curvas y los elementos del Renacimiento. El sentido italiano renacentista se impregna en todos sus relieves. Es un gran intérprete de la religiosidad castellana adaptada a las formas renacentistas.

En la catedral de Palencia dejó varias obras siendo la más sobresaliente el Calvario del ático del altar mayor. Es una de las pocas obras documentadas de este artista, con una fecha de ejecución contradictoria que fluctúa entre 1516, 1519 y 1522. El estilo tan característico de esta obra permitió a los estudiosos poder atribuir a Balmaseda otros trabajos semejantes.