San León Magno y Atila. 1514. Rafael Sanzio
Fresco.
Palacio Pontificio de El Vaticano
Recordamos hoy al gran papa san león, el gran teólogo del siglo V, que guió a la Iglesia en el momento del debate acerca de la persona divina de Cristo en la que concurren verdaderamente las naturalezas humana y divina. León restableció la tradición ortodoxa en su célebre carta dogmática a Flaviano, Tomus Leonis, que fue aprobada por el concilio con las palabras: Pedro ha hablado a través de León.
El episodio más conocido de su pontificado fue su encuentro, en 452 en la ciudad de Mantua, con Atila, el rey de los hunos, quien había invadido el norte de Italia obligando al emperador Valentiniano III a abandonar la corte de Rávena y refugiarse en Roma. León convence a Atila para que no marche sobre Roma logrando la retirada de su ejército tras la firma de un tratado de paz con el Imperio Romano a cambio del pago de un tributo. Otra teoría barajada es que Atila se retiró de Italia debido a la hambruna y epidemias que sufría su ejército. Este hecho tuvo una gran importancia simbólica ya que, aunque el Imperio romano seguiría existiendo hasta 476, situaba como principal fuerza política de Europa a la Iglesia y no el Imperio.
Unos años más tarde, en 455, en una situación similar, los vándalos de Genserico saquearon Roma, pero el papa consiguió que se respetara la vida de sus habitantes y que no fuera incendiada. Como papa, asumió el título de pontifex maximus, que habían abandonado los emperadores romanos desde el 382. Fue canonizado en 1574, y su festividad se celebra el 10 de noviembre, día de su muerte en 461.
El fresco que contemplamos fue pintado por Rafael para las estancias pontificias del palacio vaticano. Aparece a la izquierda el papa san León, saliendo al paso de Atila. En realidad, se trata de un retrato del papa León X, mecenas del genial pintor.
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