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martes, 10 de noviembre de 2015

Rafael. San León Magno y Atila

San León Magno y Atila. 1514. Rafael Sanzio
Fresco.
Palacio Pontificio de El Vaticano

Recordamos hoy al gran papa san león, el gran teólogo del siglo V, que guió a la Iglesia en el momento del debate acerca de la persona divina de Cristo en la que concurren verdaderamente las naturalezas humana y divina.  León restableció la tradición ortodoxa en su célebre carta dogmática a Flaviano, Tomus Leonis, que fue aprobada por el concilio con las palabras: Pedro ha hablado a través de León.

El episodio más conocido de su pontificado fue su encuentro, en 452 en la ciudad de Mantua, con Atila, el rey de los hunos, quien había invadido el norte de Italia obligando al emperador Valentiniano III a abandonar la corte de Rávena y refugiarse en Roma. León convence a Atila para que no marche sobre Roma logrando la retirada de su ejército tras la firma de un tratado de paz con el Imperio Romano a cambio del pago de un tributo. Otra teoría barajada es que Atila se retiró de Italia debido a la hambruna y epidemias que sufría su ejército. Este hecho tuvo una gran importancia simbólica ya que, aunque el Imperio romano seguiría existiendo hasta 476, situaba como principal fuerza política de Europa a la Iglesia y no el Imperio.

Unos años más tarde, en 455, en una situación similar, los vándalos de Genserico saquearon Roma, pero el papa consiguió que se respetara la vida de sus habitantes y que no fuera incendiada. Como papa, asumió el título de pontifex maximus, que habían abandonado los emperadores romanos desde el 382. Fue canonizado en 1574, y su festividad se celebra el 10 de noviembre, día de su muerte en 461.

El fresco que contemplamos fue pintado por Rafael para las estancias pontificias del palacio vaticano. Aparece a la izquierda el papa san León, saliendo al paso de Atila. En realidad, se trata de un retrato del papa León X, mecenas del genial pintor.

domingo, 28 de diciembre de 2014

Rafael. La Sagrada Familia del Cordero

Sagrada Familia del Cordero.1507. Rafael Sanzio
 Óleo sobre tabla. Medidas: 28cm x 21cm.
Museo del Prado. Madrid. España

Tras formarse con Perugino, Rafael abandonó Perugia y se trasladó a Florencia en 1504, donde permaneció cuatro años asimilando el arte de Leonardo y Miguel Ángel. Su paulatino dominio del clasicismo se percibe en una serie de madonne que constituyen una delicada sucesión de variaciones sobre el tema del amor maternal. Una de ellas es esta Sagrada Familia del Cordero, inspirada en el dibujo preparatorio de Leonardo da Vinci para el altar mayor de la Annunciata de Florencia.

Aunque el dibujo se ha perdido y el altar no llegó a realizarse, se sabe por una carta fechada en abril de 1501 que la composición mostraba a santa Ana sujetando a la Virgen, quien trataba de impedir que su hijo abrazase al cordero. Esa doble acción fue interpretada por fray Pietro de Novellara, autor de la misiva, como la Iglesia -personificada por santa Ana- asumiendo el sacrificio de Cristo -a quien alude el cordero- pese al gesto de la Virgen, que se muestra reacia a aceptarlo. Al igual que el dibujo de Leonardo -del que se conserva copia en una colección privada de Ginebra-, la tabla de Rafael muestra a la Virgen, el Niño y el cordero, pero santa Ana ha sido sustituida por san José.

Más importante que este cambio puntual es que Rafael modificase el significado de la escena, al mostrar a la Virgen ayudando a su hijo a abrazar al cordero ante la mirada, atenta y reflexiva, de san José quien participa del significado premonitorio de la acción. La comunicación entre los personajes viene subrayada mediante la disposición de los cuerpos y la dirección de las miradas. La inclusión en el plano medio de una escena secundaria con la huida a Egipto, sugiere que el tema principal alude a un descanso en el camino.

El paisaje está lleno de elementos arquitectónicos que, aunque presentes en otras obras coetáneas del pintor, no son italianos y deben estar tomados de grabados nórdicos. Igualmente, el cordero y la minuciosa recreación de la naturaleza, especialmente el tratamiento de la botánica en primer plano, sugieren el estudio por parte del joven Rafael de obras de Hans Memling presentes entonces en Florencia. Los rasgos de la Virgen, singulares en la producción de Rafael, se asemejan a los de la Madonna dei Garofani (colección del duque de Northcumberland), y se explican por su común dependencia de modelos de Leonardo, mientras para san José se ha señalado la influencia de Fra Bartolomeo.

La tabla perteneció a la colección Falconieri de Roma en 1703. Poco después ingresó en la colección real española, habiéndola identificado algunos autores como el Descanso en la huida a Egipto de Rafael, que el pintor Carlo Maratta compró para el rey Felipe V en 1724. Depositada en el monasterio del Escorial, pasó al Museo del Prado en 1837.

lunes, 10 de noviembre de 2014

Rafael. San león Magno y Atila

San León Magno y Atila. 1514. Rafael Sanzio
Fresco.
Palacio Pontificio de El Vaticano

Recordamos hoy al gran papa san león, el gran teólogo del siglo V, que guió a la Iglesia en el momento del debate acerca de la persona divina de Cristo en la que concurren verdaderamente las naturalezas humana y divina.  León restableció la tradición ortodoxa en su célebre carta dogmática a Flaviano, Tomus Leonis, que fue aprobada por el concilio con las palabras: «Pedro ha hablado a través de León».

El episodio más conocido de su pontificado fue su encuentro, en 452 en la ciudad de Mantua, con Atila, el rey de los hunos, quien había invadido el norte de Italia obligando al emperador Valentiniano III a abandonar la corte de Rávena y refugiarse en Roma. León convence a Atila para que no marche sobre Roma logrando la retirada de su ejército tras la firma de un tratado de paz con el Imperio Romano a cambio del pago de un tributo. Otra teoría barajada es que Atila se retiró de Italia debido a la hambruna y epidemias que sufría su ejército. Este hecho tuvo una gran importancia simbólica ya que, aunque el Imperio romano seguiría existiendo hasta 476, situaba como principal fuerza política de Europa a la Iglesia y no el Imperio.

Unos años más tarde, en 455, en una situación similar, los vándalos de Genserico saquearon Roma, pero el papa consiguió que se respetara la vida de sus habitantes y que no fuera incendiada. Como papa, asumió el título de pontifex maximus, que habían abandonado los emperadores romanos desde el 382. Fue canonizado en 1574, y su festividad se celebra el 10 de noviembre, día de su muerte en 461.

El fresco que contemplamos fue pintado por Rafael para las estancias pontificias del palacio vaticano. Aparece a la izquierda el papa san León, saliendo al paso de Atila. En realidad, se trata de un retrato del papa León X, mecenas del genial pintor.

martes, 12 de agosto de 2014

Rafael. Visión de Ezequiel

Visión de Ezequiel. 1518. Rafael Sanzio
Óleo sobre tabla. Medidas: 40 cm. x 30 cm.
Palacio Pitti. Florencia

Ayer comenzamos la lectura en la Eucaristía de fragmentos de la Profecía de Ezequiel. El profeta Ezequiel era un sacerdote del templo de Jerusalén, contemporáneo a su destrucción a manos del rey Nabucodonosor de Babilonia. El Señor le dirigió le reveló que Dios no había sucumbido con tal destrucción, sino que acompañaba a su pueblo a través de los avatares de la historia, profetizando una futura restauración que no sería la meramente material del Templo.

Ayer lunes leímos el pasaje en el que Dios se revela al profeta en toda su gloria: viento huracanado, una gran nube y relámpagos. en medio, cuatro vivientes servían de trono a una figura que parecía un hombre, rodeado de una luz como de electro. Esta imagen, llena de movimiento, es la que inspiró la obra de Rafael que hoy contemplamos.

Éste mismo Señor, que se revela a Ezequiel, le manda hoy comer el volumen que contenía ayes y lamentos, para que anuncie al pueblo rebelde de Israel cuanto Dios quiere manifestarle para su salvación.

domingo, 14 de abril de 2013

Encargo de Cristo a Pedro


Encargo de Cristo a Pedro. 1515. Obra de Rafael.
Tempera sobre papel. 3mx4,5m 
 Museo Victoria y Alberto, Londres. Inglaterra

Es extraño cómo, en la narración del evangelio del III domingo de Pascua (Jn 21, 1-19) vemos reaccionar a los discípulos hoy. Como si nunca hubieran visto o vivido la historia de Jesús junto a él, su predicación, sus milagros, su comunidad, su sufrimiento y su muerte. Todo parece haber pasado. Tal vez incluso lo consideran como tiempo perdido. Ellos han vuelto a sus actividades diarias. Ellos han vuelto a su antigua ocupación: Pescadores en el mar de Galilea, el viejo grupo de trabajo, dirigido por Pedro, se reactiva. Ellos han vuelto a su antigua ocupación, algo perdidos y sin saber que hacer con sus vivencias junto al Maestro.

Con Jesús probablemente querían o esperaban algo más. Ellos pensaron que era un ganador, un heroe y triunfaron. Pero él había, en términos pescadores, naufragado. Su estrella pereció miserablemente en la cruz. ¡Olvídalo! pueden pensar estos. Es quizás así ¿cómo se deben haber sentido los discípulos?

Desde aquella mañana de Pascua en que algunos corrieron al sepulcro, hasta hoy una niebla mental ha rodeado de los discípulos. No tenían una visión clara cuando Jesús apareció de pronto en la orilla: Ellos no lo reconocieron. Él era bastante insignificante, discreto. No aparece como un superhéroe, sino como un hombre vencido, con las heridas de la crucifixión en su cuerpo. Pero ¡viviente! Ha sobrevivido a su propia muerte. No viene con corona y cetro, sino con la simple señal del pez y el pan. Detrás de Él se esconde  la vida y de la gloria. Tal vez las palabras de Jesús, no las han olvidado del todo: "Yo soy el pan de vida. Si uno come de este pan no morirá ". Quizás el símbolo mas antiguo cristiano era el signo del pez ya que en su significado,  "Ichthys", en estas cinco letras, está la palabra griega para pez, y a su vez, como una abreviatura de importante significado: Jesús - Cristo - de Dios - Hijo - Salvador.


Sin Jesús, todo parece ser en vano. Regresaron a las antiguas aguas. Durante toda la noche no pescaron nada. Sus redes estan vacías. Tienes que admitir su vergüenza. Entonces atienden el buen consejo, deben bajar las redes en el lado derecho. No se trata de unos pocos metros a la derecha. Se trata del lado derecho, metaforicamente, de la actitud adecuada, la confianza en la palabra de Jesús. Se trata de, la fe que podría mover montañas. Se trata de la relación personal con Él. ¿quien eres tú que dices esto y porque tú lo dices?

Juan, el discípulo que tuvo la relación más íntima con Jesús, lo reconoce el primero. Es el amor que puede mirar más profundamente y reconocer con precisión en cualquiera otra realidad otra cosa. Y Pedro corre, salta, es el primero,  que quiere estar con Jesús. Él va a él a través del agua. Pedro demuestra una vez más y por enésima vez que es un hombre de acción a pesar de su renuncia días antes. Los demás están haciendo lo mismo y quieren seguir a Pedro, han reconocido al Maestro, pero...

Y sin embargo, sigue existiendo una gran timidez ante el extraño encuentro. Ellos saben que está ahí, pero no estan seguros. Tal vez el hechizo sólo se rompe cuando Jesús los invita a comer algo. Y él no les da ningún otro alimento que el propio pan y los peces. Ichthys, Comunión.

Entonces Pedro es puesto una vez más a la prueba. ¿Me quieres? - Apacienta mis corderos. Sé el pastor de la Iglesia. Cada posición en la Iglesia también  supone como condición que se percibe con y para el amor, con el amor a Dios y a Jesús, y con amor por y para el pueblo. Y cuando Jesús dice al final: ¡Sígueme! entonces esta es la última consecuencia. ¿Quién toma la tarea de Jesús, debe emularlo y seguirlo, - si se da el caso - incluso en el sufrimiento, y desde luego en la alegría y la salvación. Por lo tanto: ya no debemos andar en antiguas ocupaciones él nos ha dicho ¡Sígueme!


En 1519 las paredes laterales fueron cubiertas con una serie de tapices, cuyos originales fueron diseñados por Rafael, representando episodios de la Vida de San Pedro y la Vida de San Pablo tal y como las describen los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles. Los cartones o bocetos preparatorios para siete de los diez tapices son conocidos como Cartones de Rafael y se conservan en el Museo de Victoria y Alberto de Londres.14 Los tapices de Rafael fueron expoliados durante el Saco de Roma de 1527 y quemados por el metal precioso que contenían o distribuidos por toda Europa. A finales del siglo XX se reunió una colección y fueron usados de nuevo en la Capilla Sixtina en 1983.